Natación después de una lesión de hombro

“Ahora que mi hombro se siente mejor puedo intentar nadar?”

Esta es una pregunta que escuchamos con frecuencia como fisioterapeutas. Siendo un neoyorquino en los meses de verano queremos escapar de la ciudad caliente y húmeda e ir a la playa o tomar un baño en la piscina. Cuando surgen estas preguntas, cada caso se revisa de forma individual y nos fijamos en los síntomas actuales del paciente y en su progreso a lo largo de su tratamiento. Una vez que se ha llegado a esta fase en la que se está preparado para probar la natación hay consideraciones y consejos a seguir.

La articulación del hombro

El hombro es una articulación esférica que permite mover el brazo en todas las direcciones. La otra cara de la moneda es que esto también hace que la articulación del hombro sea intrínsecamente inestable, imagina una pelota de golf sentada en un tee. Debido a esta estructura, los ligamentos y músculos del hombro que rodean la articulación deben proporcionar fuerza y estabilidad. Los músculos del manguito de los rotadores actúan para mantener y controlar la extremidad superior en su sitio cuando el brazo se mueve hacia el lado o por encima de la cabeza. Además, otros músculos estabilizadores de la escápula deben actuar para lograr un rango de movimiento completo y controlado de la extremidad superior. Todos estos músculos deben ser fuertes y trabajar de forma coordinada para evitar lesiones. La postura también es importante. Unos músculos tensos en el pecho y el cuello pueden causar una alineación inadecuada del hombro en reposo y una mecánica ineficiente del mismo.

¿Cómo debo nadar?

A la hora de decidir cuál es la mejor forma de nadar debemos fijarnos en cuál es la posición y el movimiento más biomecánico para la extremidad superior dada nuestra anatomía. Los cuatro estilos de natación son el estilo libre, la espalda, la mariposa y la braza. Independientemente de la brazada que se realice, todas requieren movimientos repetitivos de los brazos. Además, en el estilo libre y la brazada de espalda, la parte superior del hueso del brazo tiene más probabilidades de entrar en contacto con el arco en el que pasan los tendones agravados por una lesión de pinzamiento que prolonga la lesión. La braza suele considerarse la mejor porque los brazos permanecen bajo el agua y no hay movimiento por encima de la cabeza, aunque sigue siendo una actividad repetitiva. Además, el estilo libre, la espalda y la mariposa requieren que la extremidad superior se eleve fuera del agua, lo que exige mayores fuerzas musculares y pone el brazo en una posición de mayor riesgo al extenderse por detrás del cuerpo. La natación es una actividad de todo el cuerpo. Cuanto más utilices el tronco y las piernas, menos trabajo recaerá sobre la articulación del hombro; esta es una forma fácil de adaptar la natación a tus necesidades actuales. Sin embargo, ten cuidado si tienes una lesión de rodilla y quieres probar la braza.

¿Debo seguir haciendo mis ejercicios de PT?

Sí, aunque haya ido a nadar debe seguir completando su programa de ejercicios en casa. Estos ejercicios están diseñados para abordar la raíz del problema para permitirle completar todas sus actividades diarias sin dolor y evitar que sus síntomas vuelvan a aparecer. Después de nadar es el mejor momento para completar los ejercicios porque hacerlos antes puede conducir a la fatiga y a una mecánica defectuosa de los músculos que tendrá que utilizar al nadar. Es importante tener también una rutina de ejercicios para fortalecer no sólo el manguito de los rotadores sino los músculos del tronco y las piernas porque la natación es una actividad de todo el cuerpo.

Escucha a tu cuerpo

Lo más importante que puedes hacer al nadar como al volver a cualquier deporte o actividad es escuchar a tu cuerpo. Recuerde que no se trata sólo de la brazada que está haciendo, sino también de su capacidad para mantener una buena forma. Si tienes dolor al nadar, entonces no es la actividad adecuada para ti en este momento, pero no significa que no puedas volver a nadar. Si no experimentas dolor entonces sigue aumentando lentamente, ¡estás en el camino de la recuperación!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.