El afeitado a menudo resulta en una molesta combinación de pelos encarnados, rojeces, pinchazos, tirones y piel seca. Pero no tiene por qué ser así-lo juramos.
Cuando se pregunta a los chicos por qué descuidan su barba incipiente, parecen surgir siempre las mismas cinco respuestas: Que el afeitado suele provocar una molesta combinación de pelos enquistados, rojeces, mellas y cortes, tirones y piel seca.
Pero no tiene por qué ser así-lo juramos.
Empecemos por la piel seca. Tal vez sea el clima frío y seco en el que te encuentras haciendo un solo de batería de 20 minutos en tus mejillas de bebé, o la genética, o el sistema de afeitado de “maquinilla de afeitar desechable y jabón” -Philistines- que llevas usando desde el instituto lo que está haciendo que tu cara esté más seca que el Valle de la Muerte. Sea cual sea la razón, esa tirantez al nivel de Star Trek: Insurrección que sientes después de un afeitado es suficiente para que quieras dejar el afeitado como un mal hábito.
Pero no te dejes crecer la barba todavía: con un poco de ciencia y un poco de conocimiento, puedes hacer desaparecer la dolorosa molestia de la piel seca y tirante.
Por qué es una lata: las maquinillas de afeitar son, inevitablemente, exfoliantes -después de todo, estás arrastrando un trozo de metal afilado por tu cara- lo que significa que, además de la pelusa no deseada, también estás eliminando las capas superiores de la piel que actúan como barrera protectora natural contra los elementos. Sin estas capas, la piel es más susceptible a la sequedad y la irritación, según el Dr. Vincent Deleo, profesor clínico de dermatología de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.
Las cremas de afeitar incorrectas también pueden contribuir al problema, ya que muchas de ellas contienen ingredientes desagradables, como los sulfatos, que pueden despojar a la piel de sus aceites naturales. Los productos elaborados con ingredientes naturales de origen vegetal que no contienen sulfatos -como la manteca de afeitar del Dr. Carver, guiño de ojo- lubrican mucho mejor el afeitado sin tener que raspar con hielo la taza ni resecarla.
Quién sufre más: Deleo dice que la piel seca es genética, y las personas con eczema o antecedentes familiares de fiebre del heno o asma tienden a tener una piel más seca y sensible que la de John Q. Public. Y como probablemente estés notando ahora mismo, ciertas épocas del año (como el final del otoño y el principio del invierno) traen consigo condiciones más secas, que pueden convertir una irritación menor en un caso de quemadura por afeitado en toda regla.
Haz que desaparezca: Deleo sugiere una solución sencilla: Hidratar, hidratar, hidratar. Utiliza una crema de afeitar diseñada para ayudar a la piel a retener la humedad natural, aclárala después y lubrica inmediatamente con una crema hidratante para después del afeitado formulada para mantener tu piel flexible sin ninguna irritación.
Empieza a aplicarte esa loción ahora para que puedas permanecer libre de irritación mientras machacas el polvo durante lo que seguramente será un invierno épico en las pistas (o ya sabes, en tu camino al trabajo).