Organización comunitaria, método de participación y empoderamiento de las personas con el propósito de aumentar la influencia de los grupos históricamente subrepresentados en las políticas y la toma de decisiones que afectan a sus vidas.
La organización comunitaria es tanto una táctica para abordar problemas y cuestiones específicas como una estrategia de compromiso y empoderamiento a más largo plazo. Los objetivos a largo plazo de la organización comunitaria son desarrollar las capacidades internas y aumentar el poder de decisión y la influencia de los grupos infrarrepresentados.
La organización comunitaria suele ser una actividad basada en el lugar, utilizada en los barrios de bajos ingresos y de minorías. También se utiliza entre “comunidades” de personas con intereses comunes, como los nuevos grupos de inmigrantes, que tienen una participación e influencia limitadas en la toma de decisiones que afectan a sus vidas.
En la organización comunitaria, los miembros de las comunidades se organizan para actuar colectivamente en función de sus intereses comunes. Saul Alinsky es comúnmente reconocido como el fundador de la organización comunitaria. Alinsky surgió como organizador comunitario en la segunda mitad de la década de 1930. Su forma de pensar sobre la organización estaba fuertemente influenciada por el movimiento obrero militante que surgía en Estados Unidos en aquella época. El enfoque de Alinsky hacía hincapié en la toma de decisiones democrática, el desarrollo de un liderazgo autóctono, el apoyo de los líderes tradicionales de la comunidad, la atención al interés propio de la gente, el uso de estrategias de conflicto y la lucha por resultados específicos y concretos. A finales de la década de 1960 y en la de 1970, muchos liberales y fundaciones de tendencia liberal adoptaron su método de organización comunitaria como alternativa al activismo radical y a la rebelión que se producía entonces en las ciudades estadounidenses.
El enfoque de la organización de tipo Alinsky es el fortalecimiento de los lazos internos entre las personas que comparten valores e intereses similares. Trabajando principalmente a través de redes organizativas establecidas, como las iglesias, estos esfuerzos movilizan a los residentes para acciones que se enfrentan a personas e instituciones poderosas en un esfuerzo por conseguir que actúen de manera diferente. En la organización de conflictos, se piensa que los fuertes lazos internos de la comunidad son suficientes para empoderar a la gente y lograr el cambio. En la práctica, algunos organizadores de conflictos rechazan explícitamente el desarrollo de asociaciones con los que están en el poder, por miedo a que los miembros del grupo sean cooptados cuando compartan responsabilidades con personas en posiciones ventajosas.
Un enfoque alternativo a la organización comunitaria basada en el conflicto es el enfoque del consenso. La organización por consenso surgió en la última década del siglo XX. A diferencia de la organización por conflicto, la organización por consenso presta atención al desarrollo de vínculos fuertes y débiles, es decir, tanto al fomento de la cooperación interna entre las comunidades de interés como a la creación de relaciones de trabajo con quienes tienen poder e influencia. El objetivo es crear nuevas organizaciones y líderes con un mayor arraigo, haciendo hincapié en el establecimiento de nuevos vínculos positivos con el gobierno y otras instituciones que influyen en la toma de decisiones.