Por el Dr. Sudeep Khanna
La hepatitis es una enfermedad del hígado en la que el órgano se inflama debido a las infecciones virales y bacterianas, el trastorno autoinmune, el sobrepeso, el alcohol y ciertos medicamentos alopáticos y ayurvédicos.
En función de la duración de la inflamación del hígado, la hepatitis puede ser aguda o crónica. La lesión hepática crónica conduce a la cirrosis junto con sus complicaciones asociadas y al cáncer de hígado.
Existen cinco virus únicos de la hepatitis: A, B, C, D y E.
Hepatitis: En cifras
Según la Organización Mundial de la Salud, en la región del sudeste asiático, que incluye a la India, se calcula que hay 39 millones de personas con hepatitis B crónica y 10 millones de personas con hepatitis C crónica. La hepatitis vírica causa tantas muertes al año como la tuberculosis, el sida o la malaria. La mortalidad debida a las hepatitis víricas aumenta con el tiempo.
Causas
Las hepatitis A y E (VHA/VHE) se propagan a través de alimentos y agua contaminados. Las hepatitis B y C (VHB/VHC) pueden transmitirse a través de los fluidos corporales. En la infección crónica, el virus persiste en el cuerpo causando un lento daño hepático sin ningún problema para el paciente hasta que es muy tarde.
Los virus mencionados contribuyen a un gran porcentaje de personas que sufren hepatitis. Estos virus se propagan a través de medios transmisibles: alimentos y agua contaminados, relaciones sexuales con una persona infectada, contacto directo con sangre infectada, transfusiones de sangre no analizadas, compartir agujas con drogadictos y compartir cuchillas de afeitar o cepillos de dientes con personas infectadas (VHB/VHC). La hepatitis B también puede ser transmitida por una madre infectada a su recién nacido durante el parto y los primeros años de crecimiento del niño.
Las hepatitis A y E se propagan a través de condiciones insalubres en las que los alimentos y el agua se contaminan con la materia fecal de la persona infectada. La infección se propaga cuando estos alimentos/agua son consumidos por la persona sana.
Hay otras causas de hepatitis como la hepatitis alcohólica y la hepatitis autoinmune. La hepatitis alcohólica está causada por el consumo excesivo de alcohol, que daña el hígado. En el caso de la hepatitis autoinmune, el sistema inmunitario confunde el hígado con un órgano extraño y comienza a lesionarlo.
Estos virus no se propagan por el aire ni por el contacto casual, como un apretón de manos o un abrazo.
Síntomas
La hepatitis B se conoce como una “epidemia silenciosa”. La mayoría de las personas no experimentan síntomas de la hepatitis B cuando se infectan por primera vez. Los signos y síntomas habituales de cualquier hepatitis aguda, incluida la infección por el VHB, incluyen coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga extrema, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, dolor abdominal y dolor articular y muscular.
La hepatitis alcohólica puede causar daños permanentes en el hígado y provocar insuficiencia hepática y cirrosis.
La hepatitis autoinmune provoca una inflamación continua que puede ir de leve a grave, y que a menudo dificulta la función hepática. Es tres veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Prevención &Tratamiento
– La vacunación en la edad temprana es el paso clave para la prevención contra la infección por el VHA y el VHB.
– En general, las personas de todas las edades deben lavarse las manos diligentemente después de ir al baño y antes de manipular o comer alimentos.
– Al mantener relaciones sexuales, utilizar preservativos ya que puede disminuir el riesgo de transmisión.
– No comparta las agujas de la droga y destrúyalas después de usarlas una sola vez.
– Evite compartir objetos personales como cepillos de dientes, maquinillas de afeitar y cortaúñas con una persona infectada.
(El autor es consultor senior de Gastroenterología en los Hospitales Indraprastha Apollo)
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