El papel del FRAX y las nuevas directrices de la NOF
Desde 1995 disponemos de terapias eficaces aprobadas por la FDA para reducir el riesgo de fracturas osteoporóticas. Históricamente hemos dependido de los hallazgos de osteoporosis por densidad mineral ósea (DMO) u osteopenia con factores de riesgo adicionales o de la presencia de una fractura osteoporótica para determinar quién necesita tratamiento farmacológico.Los pacientes con osteoporosis y/o fracturas osteoporóticas ciertamente se benefician del tratamiento farmacológico. Los pacientes con densidad ósea normal sin fracturas no se benefician del tratamiento. Sin embargo, el 80% de las fracturas osteoporóticas se producen en pacientes considerados osteopénicos por las pruebas de DMO. Tratar a cada uno de estos pacientes evitaría muchas más fracturas, pero no es práctico ni deseable desde el punto de vista del riesgo de coste/beneficio. Tenemos que identificar y centrarnos en los pacientes con mayor riesgo de fractura osteoporótica y ofrecerles tratamiento.
Para abordar esta cuestión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desarrollado el FRAX (www.shef.ac.uk/FRAX) que incorpora la DMO del cuello del fémur (cadera) y otros factores de riesgo importantes para proporcionar estimaciones de la probabilidad a 10 años de desarrollar una fractura osteoporótica de cadera u otras (muñeca, brazo, columna vertebral) en un paciente individual.
La herramienta FRAX se basa en 250.000 años de seguimiento de pacientes y ha sido validada en varios estudios a gran escala. El uso de la edad, la altura, el peso y los factores de riesgo, como los antecedentes familiares, la presencia de artritis inflamatoria, las fracturas anteriores, el uso de esteroides, el tabaquismo y el alcohol, permite calcular el riesgo de fractura a 10 años.