Resumen del tema
¿Qué son los pólipos cervicales?
Los pólipos cervicales son crecimientos lisos, rojos y con forma de dedo en el cuello uterino, el conducto entre el útero y la vagina.
¿Qué causa los pólipos cervicales?
La causa de los pólipos cervicales no se conoce del todo. Pueden ser el resultado de una infección. También pueden ser el resultado de una inflamación a largo plazo (crónica), una respuesta anormal a un aumento de los niveles de estrógeno o la congestión de los vasos sanguíneos en el canal cervical.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma más común que notará una mujer es un sangrado vaginal anormal que se produce:
- Entre los períodos menstruales.
- Después de la menopausia.
- Después de las relaciones sexuales.
- Después de las duchas vaginales.
Los pólipos cervicales pueden estar inflamados y, en raras ocasiones, pueden infectarse, provocando un flujo vaginal de moco amarillo o blanco. Los pólipos suelen aparecer sin síntomas.
¿Cómo se tratan?
El tratamiento más común es la extracción del pólipo durante un examen pélvico. Esto puede hacerse simplemente retorciendo suavemente el pólipo, atándolo firmemente en la base o extrayéndolo con unas pinzas especiales. Se aplica una solución a la base del pólipo para detener cualquier sangrado.
No es necesario extirpar los pólipos a menos que sangren, sean muy grandes o tengan un aspecto inusual.
¿Se deben examinar los pólipos cervicales?
La mayoría de los pólipos cervicales no son cancerosos (benignos). Su médico puede decidir enviar el pólipo al laboratorio para analizarlo, pero las pruebas no siempre son necesarias.
¿A quiénes afectan los pólipos cervicales?
Los pólipos cervicales suelen aparecer en mujeres mayores de 20 años que han tenido varios embarazos. La mayoría de los pólipos cervicales se descubren por primera vez durante un examen pélvico. Por lo general, sólo se desarrolla un único pólipo, aunque a veces se encuentran dos o tres durante un examen.