En química, parafina es el nombre común de los hidrocarburos alcanos con la fórmula general CnH2n+2. La parafina se refiere a los sólidos con n entre 20 y 40, ambos inclusive.
La molécula de parafina más simple es la del metano, CH4, un gas a temperatura ambiente. Los miembros más pesados de la serie, como la del octano, C8H18, y el aceite mineral aparecen como líquidos a temperatura ambiente. Las formas sólidas de la parafina, llamadas cera de parafina, son de las moléculas más pesadas de C20H42 a C40H82. La parafina fue identificada por Carl Reichenbach en 1830.
La parafina, o hidrocarburo parafínico, es también el nombre técnico de un alcano en general, pero en la mayoría de los casos se refiere específicamente a un alcano lineal o normal, mientras que los isoalcanos o ramificados se denominan también isoparafinas. Es distinto del combustible conocido en Irlanda, Gran Bretaña y Sudáfrica como aceite de parafina o simplemente parafina, que se llama queroseno en la mayor parte de Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.
El nombre deriva del latín parum (= apenas) + affinis con el significado aquí de “carente de afinidad”, o “carente de reactividad”. Esto se debe a que los alcanos, al ser no polares y carecer de grupos funcionales, son muy poco reactivos.