Por qué algunos adolescentes también sufren de incontinencia

Tendemos a asociar la micción incontrolada con los niños muy pequeños o los ancianos. Aunque tiende a ser más común en personas mayores, la incontinencia puede, sin embargo, atacar a cualquier edad.

La pérdida involuntaria de orina puede resultar embarazosa y confusa al principio, pero la mayoría de las personas aprenden rápidamente a manejar la situación.

Según Incontinence United Kingdom, la incontinencia urinaria se da en el 3% de los adolescentes de quince a dieciséis años. Un estudio longitudinal también demostró que un tercio de los niños que experimentan incontinencia urinaria en sus años de juventud, tendrán la condición hasta la pubertad y más allá.

Otro estudio realizado por la Universidad de Bristol y publicado en el British Journal of Health Psychology, demostró que en los jóvenes la incontinencia urinaria puede tener un gran impacto en sus estudios y su vida social. Se descubrió que los adolescentes no se atreven a hablar de sus problemas de incontinencia a sus padres, amigos y profesionales médicos por vergüenza y miedo a las burlas.

Sin embargo, ocultar el problema no sólo tendrá un efecto psicológico, sino que puede ser peligroso si existe un problema médico subyacente que esté causando la incontinencia.

Razones por las que los adolescentes experimentan incontinencia

Para iniciar un tratamiento adecuado de la incontinencia, es importante establecer la causa del problema. Existen diferentes tipos de incontinencia:

  • Incontinencia de esfuerzo, que se produce cuando los músculos de la vejiga se ven sometidos a presión. Las pérdidas se producen al toser o hacer ejercicio.
  • La incontinencia de urgencia es la necesidad imperiosa de orinar. Las pérdidas pueden producirse antes de llegar al baño.
  • La enuresis nocturna es cuando las pérdidas involuntarias de orina se producen durante la noche, o cuando la necesidad de orinar le despierta a uno.

Estos tipos de incontinencia pueden ser causados por muchos factores como:

  • Una fluctuación en los niveles hormonales
  • Condiciones que provocan daños en los nervios, como la esclerosis múltiple o la diabetes
  • Una infección de la vejiga
  • Una lesión o la participación frecuente en deportes de alto impacto

Según un estudio presentado al Departamento de Salud de la Universidad de Stellenbosch, las causas de la incontinencia urinaria en la población adolescente son muy variadas, pero una de las causas más comunes de incontinencia en los adolescentes, especialmente en las mujeres jóvenes, son las lesiones deportivas derivadas de los deportes de alto impacto, como la carrera y la gimnasia, en los que se golpea el suelo con fuerza. Esto puede provocar daños en los músculos pélvicos durante un periodo de tiempo.

Otras causas pueden ser biológicas o hereditarias, o los músculos pélvicos pueden ser simplemente más débiles que la media. Entre los factores de riesgo también se encuentran afecciones como la obesidad (que ejerce más presión sobre la vejiga), la fibrosis quística, el estreñimiento crónico (que también ejerce más presión sobre la vejiga) y la enuresis nocturna en la infancia, que en ocasiones se prolonga hasta la adolescencia.

Es importante determinar la causa de la incontinencia para poder tratarla adecuadamente y que la calidad de vida no se vea afectada.

Cómo controlar la incontinencia

Independientemente de si la incontinencia urinaria es leve o intensa, es fundamental buscar el tratamiento y el control adecuados para su situación. He aquí algunos consejos:

  • Experimenta con almohadillas absorbentes. Afortunadamente no todos los productos absorbentes son voluminosos.
  • Controlar la ingesta de agua. Es importante mantenerse hidratado ya que la deshidratación puede irritar más la vejiga; sin embargo, es importante no llenar la vejiga en exceso.
  • No se avergüence. Sepa que la afección es más común de lo que cree.
  • Tome con calma los diuréticos como el café y las bebidas azucaradas, ya que pueden irritar aún más la vejiga.
  • Intenta hacer ejercicios para los músculos pélvicos.
  • Habla con uno de tus padres o con un profesional médico que pueda ofrecerte consejo y apoyo.

Imagen: iStock

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