Que haya oxígeno
El oxígeno es vital para la regeneración de los tejidos y la prevención de infecciones repetidas. Cada etapa del proceso de curación de las heridas requiere oxígeno. Los niveles de hemoglobina en sangre, la fuerza cardiovascular y los gases pulmonares controlan los niveles de oxígeno en la zona lesionada. Las heridas serán hipóxicas, normoxicas o hiperóxicas. El oxígeno es clave para el éxito de la cicatrización de las heridas.
Hipoxia, normoxia e hiperoxia
Existen tres etapas de saturación de oxígeno:
* La hipoxia es un estado de déficit de oxígeno. En este estado, no hay suficiente oxígeno en la sangre o en los tejidos para soportar un gasto cardíaco suficiente. Durante la hipoxia, la velocidad de cicatrización de las heridas disminuye.
*La normoxia es un estado de equilibrio de oxígeno. El oxígeno está presente en cantidades equilibradas para mantener un gasto cardiovascular y una función orgánica saludables. Durante la normoxia, la cicatrización de las heridas progresa a un ritmo normal e incluso puede acelerarse. La hiperoxia es un estado de exceso de oxígeno, lo contrario de la hipoxia. *La hiperoxia se produce cuando hay un exceso de oxígeno en el organismo. Mientras que un aumento de oxígeno puede conducir a una curación más rápida, el mismo aumento también puede crear toxicidad de oxígeno. Los radicales libres se forman durante una alta concentración de oxígeno y pueden dañar las células y los tejidos. Los radicales libres dificultan la cicatrización de las heridas. El objetivo es estar en un estado de normoxia, o saturación de oxígeno equilibrada.
¿Cómo ayuda el oxígeno a la cicatrización?
El oxígeno ayuda a la cicatrización al promover la regeneración de los tejidos. En presencia de una lesión o herida, el cuerpo requiere un mayor crecimiento celular, defensa bacteriana y producción de colágeno para comenzar el proceso de curación. Los niveles bajos de O2 se ven agravados por la inflamación y la mala circulación. La inflamación bloquea el flujo de oxígeno a la zona afectada, retrasando el proceso de curación. El oxígeno es necesario para reducir la inflamación. Las heridas que no reciben suficiente oxígeno pueden experimentar la muerte del tejido, conocida como necrosis.
¿Cómo aumentar el flujo de oxígeno?
Reducir la inflamación es esencial para permitir que llegue suficiente oxígeno a la zona herida. Los cambios en los factores del estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, pueden ayudar al cuerpo a sanar y reducir la inflamación. El acceso al aire fresco y la introducción de plantas en el hogar pueden aumentar el consumo de oxígeno. Los ejercicios aprobados por el médico y los alimentos ricos en hierro aumentarán los niveles de oxígeno en la sangre. Cuando estos cambios no son suficientes, la terapia de oxígeno hiperbárico (HBOT) puede ser un tratamiento eficaz. La OTHB consiste en exponer el cuerpo a oxígeno presurizado para promover la cicatrización.
El oxígeno es crucial
El oxígeno y la cicatrización de las heridas tienen una relación muy estrecha. El oxígeno ayuda a reducir la inflamación, favoreciendo así la circulación sanguínea y el crecimiento de nuevas células. Cuanto más oxígeno haya, mayores serán las posibilidades de una rápida recuperación. Hable con un profesional de la salud para saber si el HBOT es la opción de tratamiento adecuada para una curación más rápida de las heridas.