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Si estás cansada de ceder siempre, retroceder y quedarte callada, entonces hablemos de cómo dejar de ser tan amable. Durante generaciones, a las mujeres se nos ha enseñado que hablar por nosotras mismas no es agradable. Y se espera que seamos “amables” a toda costa. Pues bien, yo digo que es mentira lo que la sociedad considera un comportamiento agradable. Dedico mucho tiempo a ayudar a las mujeres a perder el miedo a decir exactamente lo que quieren decir sin sentirse culpables, prepotentes o maliciosas.

Suena tan inofensivo – ser “amable”. Pero creo que hemos confundido ser amable con ser un felpudo. Ser “agradable” significa ser amable tanto con uno mismo como con la otra persona, entendiendo que ambos son dignos de respeto.

“Uno de los hallazgos más impactantes de mi trabajo fue la idea de que las personas más compasivas que he entrevistado en los últimos 13 años eran también absolutamente las más limitadas”⠀- Brene Brown

Ser un felpudo es veneno para las relaciones – lea más aquí. La comunicación honesta y asertiva y los límites son la clave si quieres tener más capacidad para las personas, las actividades y los asuntos que importan en tu vida.

Sólo di no

No. Parece una palabra sencilla que debería ser fácil de decir. Pero para muchos de nosotros, decirle a alguien que no se siente como decirle que se tire de un puente. De alguna manera, ha llegado a significar que no nos preocupamos por ellos, porque si lo hiciéramos, siempre encontraríamos la manera de satisfacer sus necesidades.

Decir que sí cuando quieres decir que no no es agradable. ¿No querías encargarte de ese proyecto en el trabajo o de la recaudación de fondos del PTO, pero aceptaste de todos modos? Esa es una gran receta para el resentimiento. Y ese resentimiento puede expresarse en forma de depresión, ansiedad y síntomas físicos más adelante.

Decir que no puede incluir la decisión de no responder. ¿Recibiste un mensaje de texto o un correo electrónico de enfado? ¿Alguien ha dicho algo irrespetuoso o despectivo? No todas las personas o situaciones merecen una respuesta. A veces, no decir nada puede ser el mayor “no” de todos.

Di lo que quieres decir

¿Los chicos buenos (chicas) terminan últimos? Sí, si se dan vueltas y no piden nunca lo que necesitan. La comunicación clara y directa es buena. Dar pistas, hacer suposiciones y poner a prueba a la gente no lo es.

Si tienes algo que decir a alguien, dale toda la información que necesita. Si quieres que tu pareja recoja a los niños del baloncesto para poder ir a cenar con los amigos, no pases de puntillas diciendo algo impreciso como “oye, me preguntaba si… como si tuvieras tiempo… si no es así no pasa nada…”. En su lugar, sea claro y asertivo, “¿Podría recoger a los niños a las 6:00 porque me gustaría…”

No es agradable tener expectativas de alguien, no decírselo, y luego enojarse porque no las cumplió. ¿Significa esto tener algunas conversaciones difíciles? Sí. Pero esa honestidad y vulnerabilidad es lo que construye las relaciones que merecen la pena.

Planificar la conversación

Lo entiendo. Hablar por ti mismo, decir que no y decirle a la gente cosas que pueden decepcionarles no es fácil al principio. Pero es algo en lo que puedes apoyarte.

Una de las mejores maneras de empezar es planificar la conversación con antelación. Yo llamo a esto escribir tu guión. Piensa en lo que temes. Decide exactamente lo que quieres decir. Prepárate para las posibles respuestas. Concéntrese en su mensaje.

Cuando está preparado, es menos probable que se eche atrás, se enfade o se vea arrastrado al conflicto. Eres capaz de decir lo que quieres decir, mantenerte en tu verdad y permanecer tranquilo, amable y seguro. Y eso es agradable.

Espera reciprocidad

Todas esas historias de martirio en los libros de historia pueden parecer interesantes, pero en la vida real, ser un mártir apesta. No es agradable hacer por otra persona todo el tiempo y no recibir nunca.

Presta atención a las personas de tu vida que sólo están ahí para recibir. Las que exigen apoyo y/o respeto pero nunca parecen devolverlo. No estoy insinuando que debas llevar una tarjeta de puntuación, sólo que debes ser observador.

Examina cómo te sientes cuando alguien te pide algo. Una forma de dejar de ser tan amable es hacerse algunas preguntas. ¿Cuál es tu reacción inicial? ¿Te sientes inclinado a decir que sí porque esa persona está apareciendo en tu vida o porque te preocupa lo que pueda pensar si dices que no? ¿Quieres hacerlo o sientes que tienes que hacerlo?

¿Quieres dejar de ser tan amable?

Encuentra a las mujeres fuertes de tu entorno y pídeles su apoyo. Pídeles que te ayuden a escribir guiones, que te hagan responsable, que digan que no y que digan lo que quieren decir. Comprométete a trabajar para ser una comunicadora asertiva que hable clara y directamente, pero que comparta la verdad con amabilidad. Practica el establecimiento de límites para proteger tu tiempo, tu dinero y tu energía.

A partir de este mes, ofrezco un nuevo programa de grupo online (súper asequible) llamado OUTSPOKEN. Un programa intensivo de 5 semanas en el que mejoraremos nuestras habilidades y aprenderemos a ser más asertivas, a tener límites más fuertes y a no dejarnos descarrilar por personas muy conflictivas.

Si estás preparada para hablar claro, decir lo que quieres decir y dejar de ser tan amable con los demás pero no tan amable contigo misma, únete a nosotras.

Salud a las mujeres fuertes. Que las conozcamos. Que seamos ellas. Que las criemos.

Deseándote fuerza y sabiduría,

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