Corazón E. Jean: No puedo ni siquiera estar en la misma habitación con mi novia sin tener una erección. Estos dos últimos años con ella han sido los mejores de mi vida. Es alta, guapa (en una escala del 1 al 10, es un 12, en un mal día), experimentada, inteligente y rica; conduce un coche rápido; y provoca la envidia de mis amigos. Mis amigas se sienten intimidadas, y cuando ella y yo estamos en la cama, me siento como una estrella de rock.
Somos totalmente leales el uno al otro, nunca podría desenamorarme de ella, y quiero que pasemos el resto de nuestras vidas juntos, pero hay una pega: Soy un banquero de bajo nivel, sin dinero y con el peor apartamento de Nueva York. Ella es casi demasiado refinada, demasiado divertida, demasiado inteligente, demasiado establecida. Además, está esto: Yo tengo 26 años y ella 51.
Mis amigas me machacan constantemente y me dicen que debería romper con ella y salir con chicas de mi edad. Eso sería como pasar de Cristal a alcohol ilegal. Sin embargo, los hijos no son posibles, no podríamos envejecer juntos, y esto se está convirtiendo en un trasfondo incómodo en nuestra relación de estrellas. Entonces, ¿qué diablos hago? ¿Dejar que los buenos tiempos se desarrollen? ¿O enfrentarme a esa estúpida cosa llamada “realidad”? -El tipo más feliz de NYC
Sr. Feliz, Bribón: Sí, hora tras hora, semana tras semana, las patas de gallo amarillas se arrastrarán alrededor de los ojos desvanecidos y los harán horribles. El cabello perderá su brillo, la boca se caerá, como lo hacen las bocas de los viejos. La garganta se arrugará, las manos tendrán venas azules y el cuerpo se retorcerá, y esto, amigo mío, es lo que te espera a medida que te acercas a los 50 años.
¿En cuanto a tu joven de 51 años? Ella es obviamente un miembro de la Corporación de Maravillas Genéticas: La Srta. Julie Christie, presidenta; la Srta. Tina Turner, vicepresidenta; la Srta. Rita Moreno, jefa de información; la Srta. Jane Fonda, jefa de desarrollo de productos; y la Srta. Raquel Welch, directora de recursos humanos (todas las Marvels pasaron de los 70 a unas 220 millas por hora). A juzgar por las pruebas presentadas en tu carta, casi puedo garantizar que a los 75 u 80 años tu chica seguirá siendo muy sexy. Después de eso, la cosa se pone un poco chunga. Es posible que se te caiga la papada y tengas que plantearte la cirugía.
En otras palabras, ¡que corran los buenos tiempos, querido amigo! (Y, sí, era “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde en lo que estaba rifeando en el párrafo inicial.)
Esta carta es del archivo de E. Jean.