La enfermedad de reflujo gastroesofágico está causada predominantemente por la insuficiencia del esfínter inferior. Los informes sugieren que es posible distinguir entre dos mecanismos principales que causan el reflujo: la baja presión basal del esfínter que conduce al reflujo libre, que se produce principalmente por la noche en posición supina, y el aumento de las relajaciones transitorias del esfínter esofágico inferior con una presión de reposo normal o aumentada que conduce al reflujo durante el día en posición vertical. La presión del esfínter esofágico inferior (PEI), determinada mediante manometría estacionaria, se comparó con los perfiles de reflujo ácido medidos mediante la monitorización del pH durante 24 horas en 207 pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico demostrada. Las diferencias en la PEI no fueron significativas entre los pacientes con reflujo predominantemente diurno en posición vertical y los que tenían reflujo predominantemente nocturno en posición supina (16,1 +/- 7,4 mmHg frente a 15,1 +/- 7,8 mmHg; prueba t: P = 0,355). Para ambos patrones de PEI, hubo una ligera correlación negativa con la cantidad de reflujo ácido (determinada como porcentaje de tiempo con pH < 4). Los coeficientes de correlación de Pearson fueron de -0,196 para los reflujos verticales y de -0,137 para los reflujos biposicionales/supinos (P = 0,006 y P = 0,049, respectivamente). Dado que no hay diferencias en la PEI con respecto a la postura o a los patrones temporales del reflujo ácido, parece poco probable que el reflujo en posición vertical se asocie a un aumento de la PEI, mientras que el reflujo en posición supina se manifiesta debido a una PEI hipotensiva. Por otra parte, puede concluirse que la manometría estacionaria de arrastre es inadecuada para determinar la causa de la enfermedad por reflujo gastroesofágico y, por tanto, tiene una utilidad limitada en su diagnóstico rutinario.
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