Probióticos en el embarazo

Los probióticos son microorganismos vivos, esencialmente bacterias buenas y levaduras que son útiles para mantener el equilibrio en su sistema digestivo y el sistema inmunológico. Nuestro cuerpo está lleno de bacterias, tanto buenas como malas, y los probióticos son similares a las bacterias buenas que se encuentran en el intestino humano. Nacemos con un intestino estéril, y cuando llegamos a la edad adulta se han instalado aproximadamente dos kilos de bacterias. La mayoría son bacterias buenas que ayudan a descomponer los alimentos y suprimen las bacterias malas.

Hace más de un siglo, el científico ruso Elie Metchnikoff introdujo el concepto de que la flora intestinal humana puede modificarse, sustituyendo las bacterias dañinas por bacterias intestinales beneficiosas. Él mismo experimentó y consumió leche fermentada con “Bacillus búlgaro”, e informó de importantes beneficios para la salud a lo largo del tiempo.

Durante los últimos veinte años aproximadamente, los investigadores han intentado comprender cómo funcionan los probióticos y cómo ciertos probióticos pueden beneficiar a determinadas condiciones de salud. Los investigadores han descubierto que pueden:

  • Ayudar a mantener equilibradas las bacterias buenas y malas de nuestro tracto gastrointestinal.
  • Ayudar a sustituir las bacterias buenas que se pierden al tomar antibióticos.
  • Promueven una digestión saludable.

Tipos comunes de probióticos:

  • Lactobacillus – El probiótico más común que se encuentra en alimentos fermentados como el yogur griego, el kéfir, los productos de soja y las bebidas lácteas fermentadas. El lactobacilo también es útil para las personas que no pueden digerir la lactosa.
  • Bifidobacterium – Se encuentra en los productos lácteos. Se ha demostrado que ayuda con el síndrome del intestino irritable.

La investigación ha demostrado que los probióticos se han utilizado para aliviar los síntomas de:

  • Boqueo, gases, acidez, estreñimiento y diarrea y afecciones gastrointestinales
  • Afecciones de la piel como el eczema
  • Refrescos y alergias
  • Salud vaginal y urinaria
  • Reducir la incidencia de la candidiasis bucal (más común en el embarazo debido al aumento de los niveles de glucógeno o al uso de antibióticos)
  • Salud oral.

Beneficios adicionales en el embarazo

Durante el embarazo pueden producirse problemas de salud digestiva y gastrointestinal debido a los cambios hormonales que relajan los músculos del tracto digestivo y ralentizan la motilidad intestinal, la digestión y la descomposición de los alimentos. Los probióticos pueden ayudar a aliviar estos síntomas, como el ardor de estómago, la hinchazón, las flatulencias, el estreñimiento y la diarrea.

Tener un intestino fuerte y sano es muy importante tanto para la madre como para el bebé; sin embargo, esto puede ser difícil de manejar, sobre todo en el primer trimestre del embarazo, cuando las náuseas y los vómitos pueden conducir a una dieta carente de muchos nutrientes esenciales o a una ingesta desequilibrada de los mismos. El equilibrio entre las bacterias beneficiosas y perjudiciales en el intestino puede cambiar negativamente debido a una dieta rica en alimentos procesados, una ingesta reducida de frutas y verduras, el consumo de antibióticos, las bebidas carbonatadas, el consumo elevado de cafeína y los niveles elevados de estrés. Estas sustancias alteran las bacterias buenas del sistema, que luego se transmiten al feto, y pueden afectar a la inmunidad. Tanto las bacterias intestinales buenas como las malas que se transmiten al feto pueden provocar alergias o afecciones relacionadas, como el asma y el eczema. Si tienes antecedentes familiares de estas enfermedades, puedes evitar transmitirlas a tu bebé asegurándote de que tus bacterias intestinales están sanas. Los estudios han demostrado que las madres que aumentan su consumo de probióticos durante el embarazo pueden reducir el riesgo de alergias de sus hijos, como el eczema y el asma, hasta en un cincuenta por ciento. Las madres también se benefician al disminuir el riesgo de resfriados e infecciones del tracto respiratorio superior.

Los probióticos están disponibles en alimentos y suplementos dietéticos como cápsulas, tabletas y polvos. Pueden tomarse de forma segura con las vitaminas habituales del embarazo para reforzar la salud gastrointestinal y el sistema inmunitario.

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