Se han producido avances significativos en el xenotrasplante de órganos (trasplante entre especies), especialmente en el desarrollo de cerdos modificados genéticamente, pero los ensayos clínicos de trasplantes de órganos sólidos aún están lejos. Sin embargo, hay una forma de xenotransplante de cerdo a humano que se viene realizando desde los años 60: el reemplazo de válvulas cardíacas bioprotésicas (BHV). Últimamente, hay cada vez más pruebas de que, a pesar de la fijación con glutaraldehído de las VCB, se produce una importante reacción inmunitaria a las válvulas, que conduce a la calcificación, el rápido deterioro estructural y el fracaso, sobre todo en los pacientes jóvenes que tienen un sistema inmunitario y un metabolismo más vigorosos que los ancianos. Sin embargo, son los pacientes jóvenes los que más se beneficiarían de estas VHB porque éstas evitan las complicaciones asociadas a la anticoagulación de por vida que requieren las válvulas mecánicas.
En esta revisión, examinamos los informes patológicos e inmunohistoquímicos de VHB fallidas que sugieren que existe una respuesta inmunitaria a estas válvulas. Se revisan los estudios en animales pequeños que relacionan el desarrollo de la calcificación y el fracaso de las VHB con la respuesta inmunitaria. Se establecen paralelismos entre los problemas de los xenotrasplantes de tejidos fijados con glutaraldehído y los que se plantean actualmente en los xenotrasplantes de órganos vivos. Por último, se comentan los avances que se están produciendo en la producción de cerdos modificados genéticamente y los indicios de que estos cerdos pueden convertirse en una fuente de VHB que pueda utilizarse en todo el mundo para tratar las cardiopatías valvulares en niños y adultos jóvenes (para los que no existe actualmente un sustituto valvular ideal). El diseño de un VHB resistente a la respuesta inmunitaria del huésped supondría un gran avance en la cirugía cardíaca.