La paternidad es cuando un niño se ve obligado a asumir el papel de un adulto. Muchos niños son empujados al papel de cuidadores de sus hermanos menores o se convierten en el árbitro de las discusiones de sus padres. Cuando los cuidadores no son capaces de mostrarse completamente por sí mismos, los niños se ven envueltos en situaciones inapropiadas para su desarrollo.
La parentificación se produce en todo un espectro y hay diferentes niveles de daño que pueden desarrollarse. También hay cualidades que surgen a través de la parentificación que pueden beneficiarte en ciertas áreas de tu vida, como ser responsable o un gran cuidador. No todo es malo, pero tiene el potencial de convertirse en algo catastrófico para un niño y su ser adulto. Hay que encontrar el equilibrio adecuado entre la responsabilidad y la estructura, el juego y la diversión.
Los niños que fueron parentizados suelen necesitar un trabajo de niño interior. Suelen tener dificultades para divertirse y se ven fácilmente arrastrados al papel de cuidadores. Su valor suele estar ligado directamente a lo que pueden proporcionar a los demás y a lo “buenos” que son. La estructura suele parecerles más segura que el juego o la improvisación.
Señales de que de niño se le ha sometido a la paternidad
- Creció sintiendo que tenía que ser responsable
- Problemas con el juego o con “soltarse”
- Le gusta sentirse en control
- Se ve arrastrado a discusiones o problemas entre los cuidadores
- Sentía que se le daban responsabilidades que no eran apropiadas para alguien de su edad
- Suele recibir cumplidos por ser “tan bueno” y “tan responsable”
- Puede sentir que ser autodependiente es mejor que tratar de confiar en los demás
- No recuerda realmente “ser un niño”
- Los padres tenían problemas para cuidar de sí mismos o de los demás y depositaban la responsabilidad en usted
- A menudo se encuentra convirtiéndose en un cuidador de los demás
- Ser un cuidador se siente bien, incluso cuando estás sacrificando partes de ti mismo
- Sentido de la empatía aumentado y capacidad de conectar más estrechamente con los demás
- Sientes que tienes que ser el pacificador
- Sientes que tus esfuerzos no son apreciados
Si te relacionas con alguna de las señales de esta lista, podría ser útil entrar en contacto con tu niño interior y permitirte experimentar esa parte de ti. La parte juguetona del niño interior suele ser la parte que se ve aplastada por la parentificación. Esta parte quiere divertirse espontáneamente y vivir libre de culpa o ansiedad.
Cómo entrar en contacto con tu niño interior
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Toma conciencia. Acepta que tienes un niño interior y conócelo. Tienes que tomarte en serio esta voz y comprender que, te guste o no, está ahí.
- Conoce lo que necesita tu niño interior. Muchos niños crecen aprendiendo que sus necesidades no son importantes o que tienen que aplastarlas para sobrevivir. Escucharse a sí mismo y reconocer sus necesidades puede ser un concepto totalmente extraño. Lo que no recibimos de nuestros cuidadores cuando somos niños es a menudo exactamente lo que necesitamos.
- Asume la responsabilidad. Esto es realmente difícil. Tienes que reconocer el dolor de no haber satisfecho las necesidades de tu infancia. Tienes que reconocer que no fue justo y que te dolió. Ahora eres el adulto que carga con la responsabilidad de volver a ser padre. Está bien decir que no fue justo y desear que fuera diferente. Pero la única manera de avanzar es decir: “Voy a seguir adelante. Soy mi propio héroe. No necesito vivir de esta manera”
- Conviértete en padre y amigo de tu niño interior. Haz un inventario de lo que no recibiste cuando eras niño y de las necesidades que aún necesitas satisfacer. Esto es diferente para todos. Tal vez no tuviste estructura de niño, por lo que la necesitas ahora. Tal vez tuviste demasiada estructura de niño, y ahora necesitas libertad.
- Encuentra una manera de honrar a tu niño interior de manera consistente. A continuación encontrará una lista de cosas que su niño interior podría necesitar.
Cosas que su niño interior podría necesitar y cómo proporcionarlas:
Estructura: Cree una estructura en su día a través de la rutina, la programación, o tener una hora fija para acostarse o despertarse. Comprométase con las cosas y cúmplalas. Los niños que han sido parentizados a menudo se han visto obligados a crear una estructura para los demás o han ignorado sus propias necesidades con el fin de mantener el statu quo. Encuentre una forma de crear una estructura que tenga sentido para usted y que le haga sentir seguro.
Juego y libertad: Añada momentos de juego seguro en su vida. Salga a correr, túmbese en la hierba o tome una clase en el gimnasio. Haz algo que te haga sentir vivo.
Comunidad: Encuentra formas de conectar con la gente que te rodea. Busca personas que compartan los mismos valores y te permitan ser tú mismo. Intente establecer límites en torno a las relaciones que le resulten agotadoras.
Amor y refuerzo positivo: Háblate con cariño y pasa tiempo con personas que hagan lo mismo. Cada vez que se critique a sí mismo, diga tres cosas agradables de vuelta. Establezca un momento en su día para demostrarse a sí mismo amor.
Seguridad y protección: Crea un espacio al que puedas ir y sentirte seguro y protegido. Cree seguridad en su vida dando prioridad a su propia salud financiera y a la salud de su espacio físico. Cree y respete los límites de su espacio.
Salud emocional: Permítase sentir y experimentar emociones. Recuérdate a ti mismo que tus sentimientos son reacciones normales y que tienes el poder de decidir lo que quieres hacer con ellos.
Te reto a que hagas una cosa cada día para volver a criar a tu niño interior. Observa las seis áreas anteriores y decide cuál es la que necesita más atención en tu vida. Luego piensa en una tarea sencilla que puedas hacer diariamente para honrar una de esas áreas.