Psychology Today

Los padres que duermen con sus hijos dicen que no tienen ni idea de cómo han llegado al punto en que sus camas están ocupadas constantemente por niños y adultos. “Una madre explicó con cautela cuando le preguntaron desde cuándo su hijo de 12 años se metía en su cama por la noche. Contó que nunca tuvo la intención de dormir junto a su hijo durante años cuando le permitió dormir con ella y su marido hace seis años en un momento de debilidad.

Dormir juntos puede parecer una buena idea en un momento dado, pero con el tiempo es cualquier cosa menos relajante y, de hecho, crea un estrés adicional para toda la familia. Estudios recientes indican que, en la actualidad, una proporción casi epidémica de niños duerme con sus padres. Según Parenting’s MomConnection, un sorprendente 45% de las madres dejan que sus hijos de entre 8 y 12 años duerman con ellas de vez en cuando, y un 13% lo permite todas las noches.

Y según la Sociedad Pediátrica Canadiense, el “insomnio conductual” es un diagnóstico médico que se utiliza para describir al 20-30% de los niños que tienen problemas para conciliar o mantener el sueño, y que acaban en la cama de sus padres en algún momento de la noche. El impacto del colecho crónico en el funcionamiento de una persona -tanto si es joven como mayor- puede abarcar toda la gama, desde la pérdida de memoria, la fatiga, la baja energía, la depresión y la obesidad.

Las razones por las que los padres permiten que los niños mayores duerman juntos son complejas y no se entienden del todo. Los datos anecdóticos indican que los niños de hoy en día tienen mayores niveles de ansiedad que las generaciones anteriores. Las razones para esto incluyen mayores tasas de divorcio, transiciones frecuentes, más sobre programación, mayores presiones académicas, la influencia de estar conectado 24/7.

Como resultado, los niños de hoy son menos autosuficientes. Muchos niños preadolescentes aún no saben estar solos a la hora de acostarse y no se les ha obligado a aprender. Los padres ponen una venda al problema permitiendo que duerman juntos, asumiendo que los niños dejarán de hacerlo de forma natural y muchos no lo hacen.

Además del impacto negativo en los niños, como el hecho de no poder asistir a las fiestas de pijamas con amigos, a los viajes nocturnos con la clase y a otras actividades independientes, los padres se ven muy afectados por la privación crónica de sueño que se produce cuando duermen juntos con un niño mayor. Lo más evidente es el impacto en la relación conyugal y en el bienestar fisiológico y psicológico de los adultos que no han tenido una noche de sueño reparador en, literalmente, años.

La privación del sueño se suma al reto que tienen los padres de entender cómo cambiar el statu quo y retomar el control sobre la noche y su cama. He aquí algunos pasos iniciales para los padres:

  1. Reconocer la gravedad del problema y comprometerse a cambiarlo.
  2. Esperar resistencia y estar preparado para utilizar cualquier recurso disponible para mantener y lograr el objetivo de que los miembros de la familia duerman en sus propias camas cada noche. Por ejemplo, pida a amigos o familiares que no formen parte del ciclo negativo que acuesten a los niños por la noche.
  3. Utilice un modelo de reeducación de la conducta con la eliminación gradual de la comodidad y la presencia de los padres a la hora de acostarse, sustituyéndola por la atención y el cariño de los padres antes y después de la hora de acostarse y por estrategias de autocalentamiento para que los niños las utilicen antes y durante la hora de acostarse.
  4. Discuta la importancia de cambiar la conducta con los niños. Haga hincapié en la necesidad de los padres de mejorar su propio sueño y en que su cama es sólo para los padres. Además, discuta la importancia de que los niños puedan dormir de forma independiente en relación con su capacidad para participar en actividades apropiadas para su edad.
  5. Reconozca que la ansiedad, la baja autoestima y los comportamientos de dependencia del niño durante el día están relacionados con su incapacidad para tener la confianza de dormir solo por la noche.
  6. Con una intervención consistente, la mayoría de los niños aprenderán hábitos y patrones de sueño típicos y permanecerán en sus camas durante toda la noche.

www.drkateroberts.com www.twitter.com/DrKateParenting,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.