Miércoles, 8 de julio de 2020 (HealthDay News) — Los suplementos probióticos podrían ayudar a aliviar los síntomas de la depresión en algunas personas, según sugiere una nueva revisión de la investigación.
Los investigadores descubrieron que en siete pequeños ensayos clínicos, varios probióticos parecían mejorar los síntomas en pacientes con depresión clínica, al menos a corto plazo.
Los estudios se basan en un creciente interés de la investigación en el papel de la salud del intestino -específicamente, el equilibrio de las bacterias que lo habitan- y la salud del cerebro.
Pero los expertos subrayaron que los ensayos con probióticos tenían una serie de limitaciones, y que es demasiado pronto para sacar conclusiones.
Por un lado, no se puede descartar un “efecto placebo”, según Sanjay Noonan, el autor principal de la revisión de la investigación.
Y, dijo, además de ser pequeños, los ensayos no contemplaron el largo plazo: Todos duraron entre dos y tres meses.
Según Noonan, “no se pueden hacer afirmaciones definitivas” sobre si las personas con depresión pueden beneficiarse de los probióticos.
“Sería una conjetura intentar sugerir algo sobre la eficacia a largo plazo de la terapia probiótica”, dijo.
Noonan y sus colegas de la Escuela de Medicina de Brighton y Sussex, en Inglaterra, informaron de los resultados el 6 de julio en la revista BMJ Nutrition, Prevention & Health.
Los probióticos son bacterias y levaduras vivas que habitan de forma natural en el organismo. Los suplementos probióticos se comercializan como una forma de restablecer un equilibrio más saludable de bacterias buenas.
El sistema digestivo, en particular, alberga una gran variedad de bacterias y otros microbios, conocidos como el “microbioma intestinal”. Y se cree que esos organismos hacen algo más que ayudar a la digestión.
Las investigaciones sugieren que los microbios participan en todo, desde las defensas inmunitarias hasta la producción de vitaminas, compuestos antiinflamatorios e incluso sustancias químicas que influyen en el cerebro.
Mientras tanto, varios estudios han vinculado la composición del microbioma intestinal con los riesgos de varias condiciones de salud. Entre ellas, afecciones cerebrales como el Alzheimer y enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1 y la artritis reumatoide.
En un estudio de 2019, los investigadores descubrieron que las personas con depresión mostraban diferencias en bacterias intestinales específicas, frente a las que no tenían depresión. Se informó que los niveles de dos tipos de bacterias -Coprococcus y Dialister- estaban “consistentemente agotados” en las personas con depresión.