Cierra los ojos y trata de imaginar la nada.

Demasiado tarde. Lo más probable es que ya hayas pensado en algo: tal vez el color negro, o la palabra “nada”, ninguna de las cuales es nada.

Preguntar sobre la nada podría considerarse, en el mejor de los casos, una forma de meditación y, en el peor, una total pérdida de tiempo. O, lo sería, si no fuera por el simple hecho de que hay una pregunta no resuelta en el corazón de la física que requiere al menos alguna consideración sobre este asunto, o la falta de él: ¿por qué hay algo (nuestro universo) en lugar de nada?

La nada es un concepto tan engañosamente simple que habita en la extraña intersección de la ciencia, la filosofía y el propio lenguaje. Al igual que un niño que pregunta “¿Por qué?” hasta el absurdo, intentar llegar al fondo de este problema puede ser bastante frustrante, así que recurrí a la ayuda de un físico y un filósofo para hacerme una idea de lo que -si es que hay algo- significa “nada”. Al parecer, también es una pregunta frustrante para los expertos.

¿Qué es la nada, según la física?

Sean Carroll es físico teórico y cosmólogo del Instituto Tecnológico de California. La nada ha sido una de sus preocupaciones recientes, en la medida en que se relaciona con algo.

En una reciente entrada de blog, un episodio de podcast y un capítulo en el Routledge Companion to the Philosophy of Physics, todos ellos titulados “¿Por qué hay algo, en lugar de nada?”. Carroll intentó responder a esta pregunta en los términos más sencillos posibles.

“La ciencia y la filosofía se ocupan de preguntar cómo son las cosas y por qué son como son. Por lo tanto, parece natural dar el siguiente paso y preguntar por qué son las cosas”, escribió en el capítulo. “Nuestra experiencia del mundo, que se limita a una fracción extraordinariamente diminuta de la realidad, no nos deja bien equipados para pensar de forma adecuada en la cuestión de su existencia”

La verdadera nada es muy diferente de un simple “espacio vacío”, aunque esa pueda ser una definición útil y cotidiana, me dijo Carroll en una reciente llamada por Skype.

“En la teoría cuántica de campos, que creemos que es nuestra mejor forma de describir el universo que tenemos ahora, el espacio vacío es algo interesante”, explicó. “Incluso si está tan vacío como puede estarlo, todavía hay mecánicas cuánticas -simplemente están en un estado de energía cero sin hacer nada-. Pero se podría sondear el vacío, como hace la física de partículas, y descubrir sus propiedades.

“El espacio vacío es un lugar muy interesante en la física moderna; pasan muchas cosas, mientras que, si no hubiera nada, no pasaría nada”, dijo.

“Probablemente es mejor pensar en la nada como la ausencia incluso de espacio y tiempo, en lugar de espacio y tiempo sin nada en ellos”

Los estados cuánticos son funciones de onda que miden los niveles de energía impredecibles de átomos y partículas con un alto grado de precisión. Un sistema mecánico cuántico en su estado de energía más bajo podría parecerse mucho a la nada, incluso desde una perspectiva matemática, pero seguiría habiendo partículas diminutas y energía rebotando allí dentro.

Ya sea un agujero en el suelo o las vastas franjas de espacio entre los cuerpos celestes, estos espacios “vacíos” están llenos de algo que tiene propiedades físicas. Ese vacío no es nada, al menos en lo que respecta a Carroll y sus contemporáneos.

Pero ésa es sólo una forma de entender este problema. La otra es aún más alucinante: la ausencia total de espacio-tiempo, “vacío” o no.

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“Simplemente la nada -no un vacío de la teoría cuántica-, la ausencia de cualquier cosa”, dijo Carroll. “Dado que estamos en un mundo posterior a la relatividad general, sabemos que el espacio y el tiempo no son fijos y absolutos; son dinámicos. Einstein dijo que el espacio y el tiempo están deformados por la energía, así que probablemente sea mejor pensar en la nada como la ausencia incluso de espacio y tiempo, en lugar de espacio y tiempo sin nada en ellos. Hay una gran diferencia entre el espacio vacío y la nada”.

Aunque es importante tener en cuenta esta definición de la nada, añadió Carroll, no es realmente útil para el campo de la física. “‘Algo’ es interesante; la nada es interesante sólo en la medida en que es la ausencia de algo”, dijo.

En definitiva, dijo Carroll, no le quita el sueño la pregunta “¿Qué es la nada?aunque sea una cuestión fascinante.

“Creo que la pregunta de “¿Por qué hay algo en lugar de nada?” es interesante, pero la respuesta probablemente sea: “Así son las cosas””, concluyó. “Probablemente no hay nada más profundo que eso. No es que la nada sea una misteriosa incógnita; es sólo la ausencia de algo. Eso es todo lo que hay que decir al respecto. No hay nada más que aprender sobre la nada. Todo lo que hay que aprender es sobre algo.”

¿Qué es la nada, según la filosofía?

La ciencia no tiene el monopolio de la nada. Jim Holt es un filósofo que ha escrito sobre una amplia gama de temas científicos, desde los orígenes del universo hasta una historia filosófica de los chistes. También ha abordado la mecánica cuántica y la nada en una charla TED titulada “¿Por qué existe el universo?”

Para Holt, la nada pura no sólo es inteligible para la mente humana, sino que se puede describir mediante un razonamiento filosófico, lo que constituye otro gran punto de partida para alguien que esté reflexionando sobre esta cuestión. Sostiene que la “nada” -no el espacio vacío lleno de cosas invisibles, como plantea la física cuántica, sino literalmente la nada- puede describirse fácilmente utilizando sólo la lógica formal.

“Se puede describir coherentemente un estado de nada; es fácil de hacer”, me dijo Holt por teléfono. “Es un estado en el que todo no es autoidéntico. Si para todo x, x es desigual a x; esa frase en lógica describe un estado de nada. No ayuda a la imaginación, pero no da lugar a ninguna contradicción. Sólo puede ser cierta si no existe nada, porque si existe algo, es igual a sí mismo. “

“Nunca he sido capaz de entender la nada por completo, pero puedo acercarme a ella cuando veo los bolos profesionales en la televisión”

Utilizar el razonamiento científico para entender cómo surgió algo de la nada, sostiene Holt, es un intento del físico de responder a una pregunta metafísica. En concreto, discrepa de la teoría del campo cuántico, que postula que el universo puede haber explotado a partir de un vacío cuántico gracias a la inflación.

La teoría de la inflación se propuso inicialmente como una especie de apéndice a la teoría del Big Bang en la década de 1980. Sostiene que la inflación cósmica empujó al universo desde la escala cuántica hasta la astronómicamente enorme en un periodo de tiempo muy corto (entre 10-35 segundos y 10-33 segundos después del Big Bang), dando lugar a la escala y estructura del universo en el que ahora vivimos.

Pero si el universo surgió de la nada, de acuerdo con un conjunto de leyes físicas, entonces ¿de dónde vinieron esas leyes? ¿Existían antes del universo? Si es así, ¿no significaría eso que el universo no surgió de la nada? “, las leyes de la teoría cuántica de campos pueden convocar un mundo a la existencia desde el abismo, así que son entidades muy misteriosas. Pero siguen siendo entidades. No son nada”, me dijo Holt.

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Entonces, ¿qué es la nada? Según Holt, aunque no podamos describir sus propiedades -o incluso imaginarlas-, es posiblemente la forma en que las cosas podrían haber resultado.

“La nada es la forma más simple posible en que la realidad podría resultar; es la menos arbitraria, porque excluye todo”, dijo Holt. “Una vez que te lo tomas en serio, empiezas a pensar: ‘Así es como debería haber sido; ¿por qué debería haber algo en lugar de nada?’. No sólo hay algo, sino que hay un tipo muy particular de algo que vemos a nuestro alrededor”

En todo caso, la nada es una invitación a considerar lo que sí existe -que es algo, sin duda-. La nada, a pesar de su nulidad, es uno de los bocados intelectuales más sabrosos que podemos masticar.

“Es una interesante mezcla de filosofía, ciencia, análisis conceptual y teología, y de decidir los límites del lenguaje”, dijo Holt. “Para las personas que sienten curiosidad por los asuntos intelectuales abstractos, es un festín.”

Nada importa realmente

Nuestros cerebros están cableados para entender las cosas como entidades discretas, pero eso no significa que no podamos envolver nuestra mente en la idea de la ausencia de cualquier propiedad. De hecho, hacerlo puede crear una apreciación más matizada del universo.

“Creo que es comprensible”, dijo Carroll. “No creemos que el universo tenga un borde en el espacio, pero podría haber tenido un comienzo; no lo sabemos con seguridad, pero es ciertamente plausible. Si hay un momento, y después de ese momento hubo algo, entonces no hay nada al otro lado. Uno tiene la tentación de decir: “Antes de ese momento, no había nada”. Pero es mejor decir: ‘No hay nada antes de ese momento'”

Holt dijo que la nada puede ser inteligible a través de la lógica, pero probablemente no serás capaz de visualizarla a menos que tengas una suscripción deportiva por cable. “Nunca he sido capaz de entender la nada por completo, pero puedo acercarme a ella cuando veo los bolos profesionales en la televisión”, bromeó.

Esta referencia a los bolos puede no tener ninguna validez científica o filosófica, pero ilustra lo absurdo de tratar de entender lo que necesariamente no puede existir. Aun así, al menos, plantear una pregunta tan absurda como “¿Qué es la nada?” nos recuerda que siempre habrá ideas en el límite de la comprensión humana, y humanos desafiantes dispuestos a enfrentarse a ese absurdo y profundizar en él.

“Estoy abierto a tener mejores respuestas”, dice Carroll. “La satisfacción es algo que podemos esperar, pero no exigir, cuando hablamos del universo. Depende de nosotros, como especie, cultivar la madurez intelectual para aceptar que algunas preguntas no tienen el tipo de respuestas que están diseñadas para hacernos sentir satisfechos.”

Entonces, ¿qué hemos aprendido aquí? Esperemos que algo.

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