La boysenberry es un tipo de baya brillante, grande y jugosa que está relacionada con la mora norteamericana. Además de consumirse frescas durante su breve temporada de crecimiento, también pueden incorporarse a mermeladas, conservas y jarabes. Su sabor recuerda en cierto modo al de las frambuesas, con un matiz más ácido, sobre todo cuando las bayas no están completamente maduras. Se pueden adquirir en las tiendas de comestibles y en los mercados de agricultores, pero no son muy estables de la vid, por lo que es importante consumirlas en los dos o tres días siguientes a su compra.
Orígenes de California
Se cree que el inventor de la boysenberry fue Rudolph Boysen, que experimentó con varios cruces de bayas en Napa, California, durante la década de 1920. En 1923, su cruce de una mora, una mora de los pantanos y una frambuesa creció y dio fruto con éxito. La combinación fue adquirida por Walter Knott, un agricultor de bayas del sur de California, que empezó a vender la fruta comercialmente en 1935. Las boysenberries y sus conservas ayudaron a hacer bastante famoso el negocio de Knott.
Sabor agrio
El sabor claramente ácido de las boysenberries frescas las hace muy populares en las zonas donde se pueden obtener. A la hora de seleccionarlas para llevarlas a casa, los compradores deben buscar ejemplares de tamaño y color uniformes que no presenten zonas de aspecto pastoso. Las bayas deben conservarse bajo refrigeración en un recipiente hermético, lejos de las manzanas y los plátanos, que emiten gas etileno.
Si las bayas no se van a utilizar en los tres días siguientes a su compra, una persona debería considerar utilizarlas para hacer mermelada. Pueden esparcirse frescas sobre tortitas y gofres, utilizarse como relleno de tartas o añadirse como acento decorativo a pasteles de queso y tartas. Las bayas también pueden comerse solas o como parte de una ensalada de frutas.
Cultivo de las bayas de Boysen
Para cultivar las bayas de Boysen en casa, los jardineros deben encontrar una parcela de tierra que reciba mucho sol y poco viento. El suelo debe labrarse a fondo, añadiendo abundante compost y mantillo. Las vides deben plantarse a unos 3 pies (0,9 m) de distancia a finales de la primavera en los climas más fríos o a finales del otoño en los climas más cálidos.
Se deben instalar espalderas para que las vides que se arrastran crezcan sobre ellas, de modo que se levanten del suelo, facilitando la recolección de las bayas y reduciendo la probabilidad de que se pudran. Por lo general, las vides de bayas de Boysen dan frutos en primavera, tras lo cual deben cortarse cerca del suelo para favorecer la aparición de nuevos brotes, que volverán a dar bayas al año siguiente. Las plantas deben ser regadas a fondo después de ser cortadas, y las vides deben ser reorientadas a medida que crecen.