La pérdida de audición es un problema común causado por el ruido, el envejecimiento, las enfermedades y la herencia. La audición es un sentido complejo que implica tanto la capacidad del oído para detectar los sonidos del entorno como la capacidad del cerebro para interpretar los sonidos del habla. Los principales determinantes del impacto de la pérdida de audición en los miembros de una población incluyen:
- Grado de la pérdida auditiva
- Configuración o patrón de la pérdida auditiva a través de las frecuencias
- Lateralidad/bilateralidad de la pérdida auditiva (uno o ambos oídos afectados)
- El área(s) de anormalidad en el sistema auditivo-como el oído medio, el oído interno, las vías neurales auditivas, o el cerebro
- Capacidad de reconocimiento del habla
- Historia de exposiciones a ruidos fuertes y tóxicos ambientales o farmacológicos para la audición
- Edad
Medición de la pérdida auditiva
Las pérdidas leves pueden pasar desapercibidas e incluso las pérdidas moderadas pueden no suponer un problema para personas con excelentes capacidades perceptivas y buenas habilidades de afrontamiento. La pérdida de audición puede ser identificada por la persona afectada (lo que se denomina “autoinforme”), por amigos y familiares, y por pruebas de audición. Las pruebas audiométricas formales son el estándar de oro para diagnosticar la pérdida auditiva y supervisar el tratamiento. Las pruebas pueden realizarse a cualquier edad.
Para estimar la prevalencia de la pérdida de audición, todas estas medidas son valiosas y cada una de ellas proporciona información sobre la carga de la pérdida de audición en la sociedad. El autoinforme de la pérdida auditiva y el informe de amigos y familiares son importantes porque son relativamente sencillos de determinar y proporcionan una evaluación global del impacto del problema en el individuo.
Pruebas audiométricas formales
Las pruebas audiométricas formales, por otro lado, proporcionan información precisa mostrada por frecuencia y nivel de audición. Un resumen conveniente del audiograma para cada oído es el promedio de tonos puros (PTA) de los umbrales medidos en frecuencias específicas. Los umbrales se miden en una escala de pérdida auditiva (HL) en decibelios (dB) referida al “cero” audiométrico (el nivel medio de audición en cada frecuencia para adultos jóvenes normales). Una medida tradicional de la PTA es el promedio de la frecuencia del habla de los umbrales a 500, 1000 y 2000 hertzios (Hz). Sin embargo, las frecuencias que se incluyen en la PTA varían; por ejemplo, una frecuencia alta como 3000 Hz se incluye con la frecuencia baja (500 Hz) y las frecuencias medias (1000 y 2000 Hz) en algunas formulaciones de la PTA. La definición de PTA más común que se encuentra en los estudios epidemiológicos, o basados en la población, es la media de cuatro frecuencias de 500, 1000, 2000 y 4000 Hz.
A medida que la PTA aumenta, la capacidad auditiva disminuye. La audición normal para el habla se observa en adultos con PTA de 25 dB HL o menos. Con un PTA de alrededor de 40 dB HL en ambos oídos, se considera que la mayoría de las personas tienen una discapacidad funcional y podrían beneficiarse de la amplificación. Las pérdidas de severas a profundas se producen cuando los PTA son superiores a 70 dB HL. A este nivel, los audífonos proporcionan un beneficio limitado y se pueden considerar los implantes cocleares.
Una evaluación precisa de la audición incluye:
- Lateralidad (uno o ambos oídos afectados)
- Grado y patrón de pérdida del umbral a través de las frecuencias
- Mejor capacidad para entender el habla-ya sea con audífonos o con niveles de habla altos
Otros factores a determinar incluyen:
- La rapidez de la aparición o de la progresión de la pérdida auditiva (las personas suelen adaptarse mejor a las pérdidas lentamente progresivas que a las pérdidas repentinas)
- Síntomas asociados como los acúfenos (pitidos, rugidos o zumbidos en los oídos o en la cabeza), la hiperacusia (intolerancia a los sonidos ambientales normales), y la captación (cuando los sonidos fuertes resultan repentinamente molestos)
- Opciones de tratamiento, como la cirugía, los audífonos, los implantes cocleares, la rehabilitación auditiva, la lectura del habla o los dispositivos de ayuda a la escucha
Implicaciones de la pérdida de audición
Las implicaciones de la pérdida de audición pueden estimarse en términos de carga social, efecto sobre la persona y necesidades de tratamiento. Para estimar la carga social de la pérdida de audición, son apropiadas las tasas de autoinforme (o de la familia) por edad. Para estimar el impacto de la pérdida auditiva en la persona, una PTA superior a 25 dB HL suele requerir estrategias de escucha adaptativas, como sentarse más cerca de la fuente de sonido. El tratamiento activo, como los audífonos, se recomienda con frecuencia en PTA superiores a 40 dB HL en ambos oídos. El término “sordo” se aplica generalmente a las personas con pérdida bilateral profunda (PTA superiores a 90 dB HL). Los implantes cocleares modernos suelen ser útiles para niños y adultos con pérdidas de severas a profundas (PTA superiores a 70 dB HL) de duración relativamente corta (menos de 10 años). En consecuencia, la duración de la pérdida auditiva se ha convertido en otro factor importante para describir la pérdida auditiva.