Los quistes de hendidura de Rathke (CCR) son lesiones epiteliales no neoplásicas de la región de la silla turca que rara vez se han descrito como entidad clínica. Revisamos de forma retrospectiva los hallazgos de la resonancia magnética (RM), intraoperatorios y patológicos de una serie de 16 casos de CCR operados en nuestra institución desde 1992. Al mismo tiempo, discutimos las diferentes hipótesis sobre su origen embriológico. Los pacientes incluían 12 mujeres y 4 hombres, de 11 a 73 años de edad. Las alteraciones endocrinas fueron la presentación más frecuente, seguidas de las cefaleas y las alteraciones visuales. La localización del quiste fue intraselar en 7 casos, intraselar y supraselar en 6 casos, y supraselar en 3 casos. El tamaño del quiste oscilaba entre 8 y 26 mm (media de 12 mm). La intensidad de la señal de la RM fue muy variable en las imágenes ponderadas en T1. El quiste era hiperintenso en 6 casos, hipointenso en 6 casos, isointenso en 3 casos y heterogéneo en un caso. En las imágenes ponderadas en T2 (disponibles en 13 casos), la intensidad de la señal era más constante y aparecía hiperintensa en 11 casos e hipointensa en 2 casos. Tras la administración de Gd-DTPA, no se observó un realce del contenido ni de la pared del quiste, sino únicamente de la hipófisis en todos los casos. En la mayoría de los casos, la glándula pituitaria estaba desplazada inferiormente por el quiste situado encima, mostrando una imagen típica de “un huevo en una taza”. Quince pacientes fueron operados por vía transesfenoidal y uno por craneotomía frontal. Intraoperatoriamente, el contenido del quiste era gelatinoso o espeso y de color oscuro. En 2 casos, era similar al líquido cefalorraquídeo, lo que correspondía a la señal observada en la IRM. La posición de la hipófisis confirmada por la cirugía en 15 casos coincidía con el realce observado en la RM. En 13 casos en los que se realizó una biopsia de la pared del quiste, ésta confirmó un epitelio columnar o cuboide focalmente ciliado. En un caso se encontró un adenoma coexistente. En conclusión, consideramos que los CCR tienen características variadas en la RM, por lo que no se puede observar ningún signo patognomónico. Salvo en pocos casos, no hubo correlación entre la RM y los hallazgos intraoperatorios. Por lo tanto, incluso con estudios de RM, el diagnóstico diferencial con otras lesiones quísticas de la región selar sigue siendo extremadamente difícil. Los hallazgos más interesantes en los estudios de RM de los CCR fueron localizar la hipófisis para ayudar al cirujano a preservar el tejido hipofisario durante la cirugía.
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