Se analizó la literatura clásica y contemporánea dedicada a las relaciones simbióticas entre hormigas y pulgones. Los temas más estudiados son: la totalidad de las adaptaciones morfológicas y anatómicas de los socios a la simbiosis, los diferentes grados de mirmecofilia de los áfidos, los beneficios y los costes de los insectos durante la interacción. Muchas cuestiones son aún discutibles. Por ejemplo, se desconoce si las relaciones trofobióticas entre hormigas y pulgones son mutualistas o intermedias entre el mutualismo y la explotación. Para aclarar este vago punto, el estudio del comportamiento de los simbiontes es de gran importancia, sin embargo, sigue sin ser prácticamente investigado ni para los áfidos ni para las hormigas. Sólo se sabe que los áfidos no sirmofílicos que viven en las agallas tienen un comportamiento bastante complicado: sus colonias están vigiladas por castas especializadas de áfidos-soldados. En cuanto a las hormigas, hasta ahora los trofobiontes (individuos que cuidan de los áfidos), que constituyen un grupo funcional especial dentro de la familia de las hormigas, han sido descritos como forrajeadores pasivos que se ocupan únicamente de la recolección y el transporte de la melaza. Las investigaciones recientes han revelado que las hormigas utilizan esquemas de comportamiento con diferente grado de complicación al interactuar con los pulgones: desde el forrajeo solitario hasta la especialización profesional en grupos de trabajo.
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