Descripción: El herpes zoster es la reactivación del virus de la varicela zoster, que provoca brotes de ampollas dolorosas. El herpes zóster ocurre raramente en niños y adultos, pero su incidencia es mayor en los ancianos (mayores de 60 años), así como en pacientes de cualquier edad con un sistema inmunitario debilitado.
Causa: El agente causante del herpes zóster es el virus de la varicela zóster. La mayoría de las personas se infectan con este virus cuando son niños, causando la varicela. El organismo elimina el virus del sistema, pero éste permanece latente en el ganglio adyacente a la médula espinal o en el ganglio semilunar de la base del cráneo.
Prevención: Una forma de prevenir el herpes zóster es vacunarse contra la varicela o tomar tratamientos preventivos a base de aciclovir o inmunoterapias.
Síntomas: Normalmente el primer síntoma es el dolor. A continuación, se desarrollan 2-3 brotes de lesiones rojizas, que gradualmente se convierten en pequeñas ampollas llenas de líquido.
Tratamiento: El tratamiento suele utilizar medicamentos antivirales, que inhiben la replicación del ADN viral. Los esteroides suelen administrarse en casos graves.