por David
(Helena, Montana)
A la persona más importante de mi vida y mi único y verdadero amor… Sheila, soy un desastre, pero tú lo sabes… un gran desastre. Fue la mirada de dolor en tus ojos la que me hizo ver eso.
Lo siento mucho por mentir y como sabes, miento todo el tiempo.
Sinceramente nunca pensé en las consecuencias de mis actos. Y son precisamente esas consecuencias las que me han llevado a donde estoy hoy.
Lamento profundamente todo lo malo que te he hecho. Cada mentira que te he dicho.
Ahora lo veo todo. Es como cuando dicen que tu vida pasa por delante de tus ojos cuando mueres, pues eso es lo que me ha pasado a mí con respecto al daño que te he causado.
Haría cualquier cosa y todo para volver atrás en el tiempo y construir una relación contigo que fuera normal.
Nunca me di cuenta de cómo todo esto te estaba perjudicando a ti y a nuestro futuro.
Sé que la mayoría de las personas con las que has hablado te han dicho que me dejes pero aquí sigues quedándote a pesar de todo lo malo que he hecho.
Nada de esto hubiera pasado si no me hubiera comportado como lo hice.
Siempre te has esforzado más que yo en nuestra relación. No supe apreciar el esfuerzo de la gente hasta ti. Me enseñaste a apreciar las cosas grandes y pequeñas.
También has hecho muchos sacrificios. Has renunciado a cosas por mí. Has perdido clases por mí. Has cuidado de mí. Te has desvivido por complacerme. Me has puesto a mí y a mi felicidad por delante de la tuya, siempre.
¿Y cómo te devuelvo tu lealtad, tu devoción, tu confianza y tu amor? Mintiendo y dándote por sentado constantemente.
Estoy aturdido por la claridad con la que lo veo todo ahora.
Casi he destruido todo lo que hemos construido. Puede que haya destruido tu confianza en mí y en nuestro amor.
Por la razón que sea (que nunca entenderé) después de la mayor mentira de la historia, me estás dando esta última oportunidad.
Te prometo que definitivamente no voy a meter la pata en esta ocasión. Estoy cambiando, me estoy convirtiendo en un hombre por primera vez en mi vida… en el hombre que siempre viste en mí pero que nunca pude encontrar.
Prometo que esta vez, no habrá más mentiras. Ahora veo las consecuencias de esas mentiras.
La sola idea de lo cerca que estuve de perderte me asusta tan profundamente que necesito asegurarme de que de mis labios sólo salga la verdad.
Ninguna mentira vale la pena. Ninguna expresión de la verdad es más aterradora que la idea de perderte.
Si alguna vez vuelvo a mentirte, por favor, déjame. Te mereces algo mejor. Me has dado más que suficientes oportunidades. Lo entenderé porque no te mereces eso. Nunca.
Eres mi alma gemela. En el fondo lo sé. Quizás tú también lo sepas y por eso me das esta última oportunidad.
Quiero estar contigo para siempre. No quiero que nos vayamos nunca. Quiero ser la persona que te haga experimentar la felicidad para siempre.
Lo siento profundamente.
Te quiero, por siempre y para siempre…. David