Antecedentes: Los brotes de enfermedades transmisibles causan millones de muertes en toda el África subsahariana cada año. La mayoría de las enfermedades que causan epidemias en la región han sido casi erradicadas o controladas en otras partes del mundo. En los últimos años, se ha realizado un esfuerzo considerable en iniciativas y estrategias de salud pública con un potencial de impacto significativo en la lucha contra las enfermedades infecciosas. En 1998, la Oficina Regional para África de la Organización Mundial de la Salud (OMS/AFRO) puso en marcha la estrategia de Vigilancia y Respuesta Integradas a las Enfermedades (IDSR, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es mitigar el impacto de las enfermedades transmisibles, incluidas las propensas a las epidemias, mediante la mejora de la vigilancia, la confirmación en laboratorio y las intervenciones de salud pública adecuadas y oportunas. Durante la última década, la OMS y sus socios han proporcionado recursos técnicos y financieros a los países africanos para reforzar las actividades de preparación y respuesta a las epidemias (EPR).
Métodos: Esta revisión examinó las principales epidemias notificadas a la OMS/AFRO entre 2003 y 2007. realizamos una revisión de los documentos e informes obtenidos de la OMS/AFRO, del equipo interpaíses de la OMS y de los socios, y mantuvimos reuniones y debates con las principales partes interesadas para obtener las experiencias de los esfuerzos locales, regionales e internacionales contra estas epidemias para evaluar las lecciones aprendidas y estimular el debate sobre el curso futuro para mejorar la EPR.
Resultados: Los brotes epidémicos más comúnmente reportados en África incluyen: el cólera, la disentería, la malaria y las fiebres hemorrágicas (por ejemplo, el Ébola, la fiebre del Valle del Rift, la fiebre de Crimea-Congo y la fiebre amarilla). El brote cíclico de meningitis meningocócica que afecta a los países del “cinturón de la meningitis” (que abarca el África subsahariana desde Senegal y Gambia hasta Kenia y Etiopía) da cuenta de otras epidemias importantes en la región. La notificación de brotes de enfermedades a la OMS/AFRO ha mejorado desde el lanzamiento de la estrategia IDSR en 1998. Aunque las tendencias epidémicas del cólera mostraron un descenso en la tasa de letalidad (CFR), lo que sugiere una mejora en la detección y la calidad de la respuesta del sector sanitario, el número de países afectados ha aumentado. En la mayoría de los países de la región sigue habiendo grandes enfermedades epidémicas. Entre los principales retos que hay que superar están: la escasa coordinación de la RPE, la debilidad de las infraestructuras de salud pública, la falta de trabajadores formados y el suministro incoherente de productos de diagnóstico, tratamiento y prevención.
Conclusiones: Para reducir con éxito los niveles de morbilidad y mortalidad resultantes de los brotes epidémicos, se necesitan inversiones urgentes y a largo plazo para fortalecer las capacidades de detección temprana y respuesta oportuna y eficaz. Para reducir la pesada carga que suponen los brotes epidémicos para las poblaciones africanas, es necesario realizar esfuerzos eficaces de promoción, colaboración y movilización de recursos en los que participen los funcionarios sanitarios locales, los gobiernos y la comunidad internacional.