En su habitación de hotel en Barbados, Mónica, Phoebe y Chandler escuchan a Ross besando a Charlie, mientras que a través de la otra pared de la habitación pueden escuchar a Joey y Rachel. Ross decide impedir todo lo que pueda pasar con Charlie y decide contárselo a Joey. Va a la habitación de Rachel, en ese momento, ella hace que Joey se esconda y él es arrastrado a la otra habitación por Chandler para escuchar a escondidas mientras Ross le cuenta a Rachel sobre el beso a Charlie. Después de que Ross se vaya, Joey y Rachel, ante la insistencia de los demás y sin poder dejar de imaginarse a Ross mientras intentan besarse, acuerdan dejar su relación en suspenso hasta que hablen con Ross. En el avión de vuelta a casa, Ross le cuenta a Joey lo de él y Charlie, pero Joey no le cuenta a Ross lo de él y Rachel porque podría molestarle. De vuelta a Nueva York, Rachel intenta decírselo a Ross, pero éste se enfada por las urgencias relacionadas con la explosión del champú. Rachel y Joey deciden decírselo juntos a la mañana siguiente. Pero cuando un intento de darse un beso de buenas noches se convierte en una sesión de besos entre ellos, Ross los descubre.
Mientras tanto, Mike le dice a Phoebe que de hecho ha estado viendo a otra mujer, Precious, pero que romperá con ella en su cita de esa noche. Sin embargo, debido a un error de comunicación, Precious se dirige al apartamento de Mike y se encuentra con Phoebe. Precious exige una explicación y Phoebe rompe con ella en nombre de Mike. Precious comienza a enloquecer, lo que Phoebe intenta detener sin éxito con un poco de amor duro. Phoebe intenta una táctica diferente y convence a Precious de que Mike no merece la pena, señalando que iba a romper con ella en su cumpleaños, después de no haberle dicho que seguía enamorado de Phoebe y que iba a volar a Barbados para pedirle matrimonio. Precious se toma la charla a pecho y, cuando llega Mike, le da una bofetada antes de salir furiosa.
Después de que a Chandler le moleste que el pelo de Mónica se encrespe con la humedad, Mónica va a la peluquería y vuelve con un peinado de trenzas con mechones. A pesar de que a Chandler no le gustan las trenzas, ella se divierte con ellas hasta que se enreda en la ducha. A instancias de Chandler, acepta deshacerse de las trenzas, pero encuentra un sombrero jamaicano para llevar el pelo.