UCLA

Este estudio examina una idea bien establecida en el discurso normativo egiptológico, la de que existe en el inventario del simbolismo egipcio un símbolo distinto y único llamado sed-em-ra (‘cola en la bocaʼ) en egipcio, aunque hoy en día se suele denominar con el término griego ouroboros (‘cola que devoraʼ), siendo la imagen de una serpiente dispuesta en círculo con la punta de su cola en la boca, y expresiva de significados específicos como “tiempo sin fin” y “eternidad”, entre otros. Sin embargo, un examen minucioso de las fuentes iconográficas y textuales pertinentes revela que este ouroboros egiptológico es en gran medida una ilusión, y que distorsiona la comprensión del material egipcio al importar en él ideas que pertenecen propiamente a la historia de la recepción postfaraónica del icono del ouroboros, como la idea de que el ouroboros era principalmente un símbolo del año solar recurrente, que tuvo su origen en los autores latinos, o la idea de que el ouroboros simboliza el tiempo y la eternidad, que es una tradición no más antigua que el Renacimiento italiano. Sin embargo, es este último ouroboros de los iconógrafos y los libros de emblemas del Renacimiento, parte incuestionable del entorno intelectual en el que surgió históricamente la disciplina de la egiptología, el que indujo a los egiptólogos de los siglos XIX y XX a destacar sin reparos el ouroboros como “serpiente de la eternidad”, una interpretación que no se apoya en las fuentes egipcias. Un nuevo enfoque hermenéutico requiere el abandono de tales prejuicios, empezando por el rechazo de la idea de que el ouroboros egipcio es un símbolo distinto con significados específicos. Una vez que el término “ouroboros” se utiliza sólo en un sentido limitado y puramente descriptivo, es posible comprender lo que el icono puede querer expresar dentro del contexto conceptual e iconográfico más amplio en el que se inscribe. Este enfoque deja claro que el icono nunca fue un símbolo discreto en Egipto, sino más bien una posible variante entre la iconografía relacionada que podría transmitir significados similares. Una reevaluación detallada de las fuentes primarias pertinentes muestra que el icono se asocia principalmente con la idea de recinto protector, concebido como una fuerza divina que funciona en múltiples niveles: cósmico, solar, funerario e individual.

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