Una enzima cerebral podría controlar lo que se come

Continuación

Por ejemplo, estudios anteriores han demostrado que tener niveles bajos de la hormona leptina puede hacer que los ratones de laboratorio coman en exceso y se vuelvan obesos.

En este estudio, publicado hoy en la revista Nature, los investigadores han identificado otro actor clave en este proceso.

El estudio demostró que las hormonas, como la leptina, implicadas en el control del apetito también regulan la actividad de la AMPK en el hipotálamo, una parte del cerebro que se sabe que participa en la regulación de la ingesta de alimentos.

Los investigadores descubrieron que mediante la infusión de leptina en ratones podían suprimir la actividad de la enzima AMPK en las zonas del cerebro asociadas al control del apetito.

También descubrieron que cuando la actividad de la AMPK disminuía en estas zonas del cerebro, los ratones comían menos y ganaban peso más lentamente que los ratones normales.

Cuando se aumentaban los niveles de la enzima, los ratones comían más y ganaban más peso que los ratones normales.

Los investigadores afirman que los resultados muestran que esta proteína y las hormonas que suprimen el apetito trabajan juntas para afectar a la ingesta de alimentos, y que se necesitan más estudios para comprender esta compleja interacción.

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