5 preguntas frecuentes sobre el divorcio en Estados Unidos

¿Es posible divorciarme si no sé dónde está mi cónyuge?

Afortunadamente, la respuesta es afirmativa. Sí puedes divorciarte de tu cónyuge siempre y cuando no logres localizarlo. Eso sí, toma en cuenta que cada estado tiene sus procedimientos propios para este tipo de disolución conocido como divorcio “en ausencia”.

Los tribunales generalmente requieren que hayas hecho un esfuerzo considerable para contactar a tu pareja antes de tomar cartas en el asunto. Esto incluye la publicación de un aviso en el periódico que circula en el área del último paradero de la persona y mantenerlo durante un tiempo.

Después de cumplir con ciertos requisitos adicionales aplicables al estado donde vives, como la declaración de declaraciones juradas con respecto a los esfuerzos para contactar a la otra parte, el tribunal emitirá un fallo de divorcio sin la firma del cónyuge.

Trabajar en conjunto con un abogado es totalmente aconsejable si este es tu caso, ya que las condiciones para divorciarse de esta forma varían en cuanto a complejidad dependiendo del estado. Para obtener mayor información, contacta a un profesional con experiencia, solicita una consulta gratis en la oficina del Abogado Aly.

¿Qué es un divorcio con “culpa”?

Se otorga un divorcio por culpa cuando los motivos estipulados por la ley están presentes y al menos uno de los interesados hace la solicitud bajo esta modalidad. Solo algunos estados de Estados Unidos la admiten, no ocurre en todos los condados.

Así que lo más recomendable es averiguar si el estado donde resides permite divorcios con culpa. A continuación, mencionamos cuáles son los motivos de falla tradicionales:

  • ¿A qué se refiere esto? Infligir dolor emocional o físico innecesario.
  • Uno de los motivos de divorcio más utilizados es el adulterio.
  • Deserción por un período de tiempo especificado.
  • Confinamiento a prisión por un número determinado de años.
  • Incapacidad física para participar en relaciones sexuales, si no se revelaron antes del matrimonio.

Entonces, ¿para qué elegir un divorcio por culpa? Pues, ciertas parejas no quieren esperar el tiempo de separación requerido por la ley y se plantean presentar un proceso con estas características. Además, un cónyuge que pruebe la culpa podría salir beneficiado del divorcio.

Por ejemplo, se quedará con una parte superior de la sociedad conyugal, o recibirá más pensión alimenticia. Te preguntarás, ¿qué pasa si ambos cónyuges tienen la culpa? Cuando los dos incurren en este hecho, la corte otorgará el divorcio a quien tenga menos culpa basándose en la rectitud comparativa.

¿Cuál es la diferencia entre separación legal y divorcio?

En efecto, la separación legal termina una relación y es un acto judicialmente reconocido entre los cónyuges. Sin embargo, ante esta modalidad el matrimonio queda intacto. Ninguno de los dos se casará de nuevo mientras están separados porque no pueden.

Tampoco tienen permitido formar una comunidad doméstica con otros. Por el contrario, una pareja que busca el divorcio le pide a la corte que disuelva formalmente el matrimonio. Esto debido a que las partes tienen diferencias irreconciliables y no desean continuar juntas.

Una separación legal implica la emisión de una orden judicial con los derechos y deberes de la pareja mientras están casados pero viven por separado. Permanecer casados resulta ventajoso por razones personales y financieras.

Un tribunal dividirá la propiedad, determinará la pensión alimentaria y la custodia de los hijos menores en caso de que existan. Del mismo modo, en los procedimientos de divorcio, la corte familiar también decide sobre estos asuntos.

¿Debo revelar mis finanzas durante el divorcio?

Por razones obvias este tema provoca inquietud en la mayoría de las personas. Aunque las reglas varían dependiendo del estado, se exige a ambas partes que revelen por completo sus activos y deudas durante los procesos que implican complicaciones o tienden a ser contenciosos.

En algunos lugares los cónyuges deben revelar el valor estimado de sus artículos o pertenencias no monetarias. Por ejemplo, esto no incluye dinero en efectivo, ni tarjetas de crédito. Los tribunales toman en serio la falta de divulgación de las finanzas y pueden imponer sanciones severas.

Por ejemplo, el juez podría ordenar un cambio en los acuerdos de divorcio y otorgar la totalidad de los activos que ha ocultado uno de los cónyuges de manera intencional a la otra parte. Si la falla fue involuntaria, las consecuencias no serán tan devastadoras.

De modo que si estás por atravesar un proceso similar, no pierdas de vista que probablemente sea solicitada una muestra de todos tus activos, bien sean monetarios o no. Prepara listas y comprobantes de cuáles son tus posesiones adquiridas durante el matrimonio o heredadas.

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