Cómo hacer una buena presentación con 8 consejos profesionales

Así que tienes que hacer una presentación. No temas, es fácil cuando aprendes de los mejores.

Hacer y dar presentaciones estelares es una forma de arte y aquí en Biteable nos gusta pensar que sabemos una cosa o dos acerca de lo que hace una buena presentación.

En este post, vamos a compartir todos nuestros consejos de información privilegiada para presentar como un jefe. Vamos!

Cómo hacer una buena presentación

Hacer una buena presentación comienza con la elaboración del contenido. Por muy convincente que sea tu mensaje, si no lo sacas de tu cerebro y lo pasas a la pantalla de forma sencilla, te encontrarás con un mar de caras inexpresivas. Así que, ¿por dónde empezar?

Crea una estructura fácil de seguir

Cuando se trate de lo que tienes que decir, divídelo en tres simples secciones: tu presentación necesita una introducción, un cuerpo y una conclusión.

  • Una introducción convincente. Tu introducción debe resumir brevemente de qué vas a hablar y por qué es útil o relevante para tu audiencia.

  • Ofrece un cuerpo de pruebas. En el cuerpo de la presentación se presentan los hechos, las citas y las pruebas que respaldan los puntos principales.

  • Resuma con los puntos clave. La conclusión es el punto en el que vuelves a tu declaración original y ofreces a la audiencia algunos puntos clave sobre cómo pueden poner en práctica lo que han aprendido.

  • No más de 10 diapositivas en total. ¿Quién quiere leer páginas y páginas de diapositivas? Nadie. Si mantienes tu paquete de diapositivas en 10 diapositivas, aunque tu presentación dure 30 minutos, darás a la audiencia la oportunidad de digerir los mensajes en pantalla en línea con tu charla. El uso de mapas conceptuales antes de estructurar las diapositivas puede ayudar a mantener el punto.

Limita la cantidad de texto en cada diapositiva

Menos es más, especialmente cuando se trata de hacer una buena presentación. Demasiado texto y la audiencia se limitará a leer la pantalla en lugar de mirarte y sentir el impacto emocional de tu mensaje.

  • No más de seis palabras por diapositiva. El rey del marketing, Seth Godin, dice que deberíamos tener sólo seis palabras por diapositiva: eso no es mucho texto. Escoge tus palabras con cuidado y reescribe hasta que lo tengas bien.

  • Piensa en información del tamaño de un bocado. Nos llamamos Biteable por una razón: los estudios han demostrado que la información se retiene mejor cuando se divide en trozos del tamaño de un bocado. El vídeo es una gran forma de aprender y las investigaciones sugieren que es un 95% más convincente que el texto.

Sé inteligente con los detalles de diseño

Un buen diseño puede hacer o deshacer una presentación. Si no tienes presupuesto para un diseñador, herramientas como Visme o Canva te ayudarán a hacer grandes diapositivas, y Pexels o Unsplash ofrecen impresionantes imágenes libres de derechos.

  • Usa el color con moderación. Los colores brillantes pueden deslumbrar, pero demasiados pueden resultar desagradables. Utilice los colores más relevantes para su mensaje. Le recomendamos que se limite a uno o dos (sin contar el blanco y el negro) para que su paleta tenga un aspecto coherente.

  • Sea coherente con su fuente. Un diseño consistente te hace parecer más profesional. No cambie entre mayúsculas y minúsculas, entre Times New Roman y Comic Sans, o entre tamaños de texto de 8 y 30 puntos. Mantén un solo tipo de letra y un solo tamaño. Puedes variar el énfasis de tus palabras más adelante, pero mantén el texto en pantalla uniforme para que el mensaje sea más cohesivo.

  • Formatea para conseguir la perfección. Una línea torcida en una diapositiva o un gráfico mal pixelado desanimarán a algunas personas, ya que parecerá que no te has esforzado mucho (o peor, que no eres muy bueno). Asegúrate de que tu texto está alineado y ordenado como en el ejemplo siguiente.

Pulir varias veces

Al igual que unos zapatos bien usados, una buena presentación a menudo necesita unas cuantas rondas de pulido antes de que esté toda brillante y reluciente.

  • Empieza desordenado. No tenga miedo de empezar de forma desordenada. El uso de una herramienta de escritura no lineal como Milanote te permite explorar y esbozar tus ideas iniciales de forma flexible incluso antes de abrir Powerpoint o Keynote. Organiza tus ideas una al lado de la otra y descubre nuevas conexiones que no habías visto antes.

  • Edita sin piedad. Al principio puede que tengas una gran cantidad de información y te preguntes cómo vas a conseguir reducirla a seis palabras por diapositiva. No pasa nada. Sigue editando sin piedad hasta que hayas reducido tu mensaje a lo más esencial.

  • Haz que otra persona lo vea. Un par de ojos nuevos puede hacer milagros a la hora de perfeccionar tu presentación. Pide a un mentor o colega de confianza que revise tu trabajo. Si no conoces a nadie que pueda ayudarte, un asistente de escritura en línea como ProWritingAid o Grammarly puede ayudarte a eliminar muchos problemas.

¿Lo sabías? ¿Sabías que?

Steve Jobs solía tardar 2 días en preparar una presentación de 20 minutos.

Entrega

Cómo hacer una buena presentación

La forma de entregar tus diapositivas es tan importante como su contenido y diseño. He aquí algunos consejos rápidos que le ayudarán a transmitir su mensaje con impacto.

Tenga una apertura fuerte

La forma en que empiece y termine su presentación marcará la diferencia. El público suele decidirse por alguien en los primeros 7 segundos, así que haz que esos primeros momentos cuenten.

  • Sé diferente. Estás haciendo una presentación sobre la salvación de las ranas arborícolas en Costa Rica. Abres con una divertida historia sobre una que se escapó en un racimo de plátanos hacia el Reino Unido. Una historia así es diferente e inesperada para tu audiencia, por lo que se sentarán y prestarán atención.

  • Haz una pregunta. Las preguntas retóricas son una buena forma de enmarcar un tema e introducir ideas. Martin Luther King Jr. dijo: “Hay quienes preguntan a los devotos de los derechos civiles: “¿Cuándo estaréis satisfechos?”

  • Adáptela a su público. ¿Cuánto sabes de tu público? Cuanto más sepa, mejor. Sobre todo si conoces sus gustos y aversiones. Insertar una metáfora relevante o una referencia de la cultura popular. El discurso de graduación de Stanford de Oprah Winfrey habló a los graduados sobre sus lecciones aprendidas y sobre cómo estaban entrando en “el aula de la vida”.’
Discurso de graduación de Stanford de 2008 de Oprah Winfrey

Sé auténtico

Oscar Wilde dijo “Sé tú mismo; los demás ya están cogidos”. La falta de autenticidad se detecta a la legua. Digas lo que digas, habla con el corazón y no trates de impresionar: no hay necesidad de probarte a ti mismo, sólo de expresar lo que piensas. Al fin y al cabo, para eso estás ahí, y no puedes hacer más que eso.

  • Usa el humor. El humor puede ser estupendo para hacer una presentación, pero elimínalo si te parece una exageración. Contar una historia humorística puede derribar cualquier barrera, hacerte más simpático y hacer que tu mensaje sea más memorable (y la gente es sorprendentemente generosa con la risa), pero el más mínimo tufillo a desesperación acabará con un ambiente divertido.

  • No tengas miedo a meter la pata. El miedo a cometer un error puede ponerte excesivamente nervioso. Tranquilo, hasta los mejores oradores meten la pata o tienen mala suerte. Theresa May, ex primera ministra de Inglaterra, una vez tropezó y tosió en una presentación, y alguien incluso le entregó una carta de dimisión. Sin embargo, luchó como una profesional, simplemente lo reconoció y siguió adelante. No es gran cosa.

  • Ábrete y sé vulnerable. Brene Brown, una investigadora cuyas presentaciones han acumulado más de diez millones de visitas, dice que “a veces lo más valiente e importante que puedes hacer es simplemente mostrarte”. Esto significa decir tu verdad y atreverte a sentirte un poco incómodo mientras compartes una historia significativa. Esto conectará a tu audiencia contigo como nunca antes.

Tenga un plan para una entrega sin problemas

Con toda la preparación que está haciendo en el contenido y el diseño de su presentación, puede ser fácil pasar por alto otras variables que están dentro de su control para una entrega libre de estrés.

  • Tenga una práctica de ejecución. No hay nada como leerlo en voz alta para asegurarse de que el mensaje tiene sentido antes de pronunciarlo. Prueba a grabar tu presentación en vídeo: así podrás repasar con ojo avizor y comprobar si tu discurso se ajusta a las diapositivas. También te ayudará a calcular el tiempo de ejecución.

  • Utiliza un mando a distancia. Un mando a distancia te ayudará a enfrentarte al público y a no tener que volver continuamente al portátil. Garr Reynolds, un orador muy solicitado, dice que un mando a distancia es esencial para pausar y avanzar en su presentación, de modo que tenga tiempo para ser espontáneo y controlar el flujo de su discurso.

  • Tenga material de apoyo. No todo lo que digas va a resonar en tu audiencia. Es mejor ser lo suficientemente flexible como para cambiar el juego cuando sea necesario. Steve Jobs tenía preparadas anécdotas de reserva para rellenar el tiempo cuando la tecnología que utilizaba para hacer la presentación fallaba. Prepararse para cualquier eventualidad le ayudará a calmar los nervios y le permitirá sentirse más en control.

  • Utilice un temporizador. Cuando te metes en el flujo de tu mensaje, es fácil salirse por la tangente o incluso dedicar demasiado tiempo a las preguntas del público. Pon tu teléfono en modo avión y pon el cronómetro justo cuando empieces a hablar. Un rápido vistazo a la mesa durante una pausa te permitirá asegurarte de que no te estás pasando de la raya.

8: Para concluir, céntrate en el valor de la audiencia

Estás llegando al final de tu presentación. ¿Cómo puedes concluirla de forma que sea imperecedera en su memoria? Los expertos recomiendan que te centres en el sentimiento que quieres que la audiencia se lleve a casa.

  • Deja a tu audiencia con una impresión emocional.’Puede que olviden lo que has dicho, pero nunca olvidarán cómo te han hecho sentir’ decía la poeta Maya Angelou. Si les dejas con una impresión emocional, desde un vídeo con música conmovedora hasta una línea de una canción o un poema, tocarás esa fibra sensible y terminarás con un buen sabor de boca.

  • Utiliza una pausa para las ideas clave. ¿Quieres que el público recuerde algo concreto? Dígalo despacio y deje una pausa al final. El silencio enfatizará lo que has dicho y lo hará significativo.

  • Haz que tu mensaje principal cante. Una llamada a la acción es la mejor manera de concluir tu presentación con fuerza e impacto. ¿Qué quieres que haga tu audiencia a continuación? Tony Robbins cuenta una gran historia al final de esta presentación, moviendo a su audiencia emocionalmente hacia el cambio.

Has aprendido de los profesionales y ahora estás listo para clavar tu próxima presentación. Hazla inolvidable con estas plantillas de presentación de vídeo de alta calidad.

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