Richard M. “Dick” Schulze, fundador de la Fundación de la Familia Richard M. Schulze, es también fundador y presidente emérito de Best Buy Co, Inc, el mayor minorista multicanal de electrónica de consumo del mundo.

Nacido y criado en St. Paul, Schulze es el empresario por excelencia y está viviendo el sueño americano. A partir de un origen modesto, él y un equipo cuidadosamente seleccionado construyeron un imperio minorista con sede en las Ciudades Gemelas. A lo largo de todo el proceso, se ha adherido a sus valores de integridad, humildad, honestidad y respeto, tanto en su carrera profesional como en su vida personal. En los años venideros, Schulze espera ser recordado por un legado personal que incluye tres grandes contribuciones a través de los negocios, la educación empresarial y la filantropía.

El Centro de Excelencia de Escuelas Católicas está muy agradecido a la Fundación de la Familia Richard M. Schulze, uno de sus fundadores y partidarios comprometidos.

Q. ¿Qué motiva el interés de la Fundación de la Familia Richard M. Schulze en financiar el Centro de Excelencia de Escuelas Católicas (CSCOE)?

A. Realmente me mueve la premisa de que esta es una oportunidad para construir el mejor modelo educativo de su clase. Realmente creo que Estados Unidos tiene que volver a las bases, a las premisas educativas fundamentales que dicen: “Vamos a involucrar realmente a nuestros jóvenes en lo que van a necesitar saber para tener éxito en sus vidas”. Y eso no es sólo lo académico. Eso incluye los valores. Eso es la moral y el respeto. El 23 en el mundo en contraste con ser el primero cuando fui a la escuela. Sólo en los últimos 25 ó 30 años hemos perdido el rumbo en la educación. Tenemos que centrarnos en lo que es importante, y para mí lo que es importante en nuestro país ahora mismo es la gente joven y su capacidad de aprender, crecer y tener éxito. Así que si podemos hacer eso, en este caso, a través de la Archidiócesis de San Pablo y Minneapolis y nuestras escuelas católicas, entonces tenemos que sentirnos aún mejor acerca de nuestra capacidad para marcar la diferencia en nuestra sociedad.

Q. ¿Puede compartir más información sobre cómo es un modelo educativo de primera clase?

A. Queremos que la experiencia de los estudiantes sea la mejor del país. Eso requiere liderazgo. Hace falta que los profesores se apasionen por ello. Hace falta una tecnología que lo permita. Y se necesita un proceso que haga que el niño quiera ir a la escuela porque es divertido aprender. Luego hace falta compartir ese modelo con los padres que saben y pueden ver ahora que “mi hijo no puede ir a la escuela lo suficientemente rápido, y llega a casa y habla de lo que ha aprendido”. necesitan ser capaces de tener éxito en cualquier ámbito u ocupación o en el futuro de sus propias preferencias y deseos, y son los bloques de base que obtienen en la educación temprana los que les preparan para poder ser todo lo que pueden ser.

Q. Hay muchas maneras en las que el CSCOE podría invertir en la educación de las escuelas católicas. ¿Hay algunas áreas que deberían ser prioritarias?

A. Si estamos proporcionando oportunidades para crecer y aprender, no deberían ser sólo los estudiantes, sino también el profesorado. Invertir en su capacidad de expansión, de aprendizaje, de crecimiento, de cambio y de éxito es vital. Deben sentirse tan estimulados por lo que aprenden y cómo crecen como los alumnos a los que enseñan. Está ligado al liderazgo. Utilizo el ejemplo de que los profesores de segundo grado de toda la red deberían compartir entre ellos los retos, los problemas, las oportunidades y la dirección. En ningún momento ningún profesor de segundo grado debe sentirse como una isla. Deben sentir que están conectados con otros que comparten sus problemas, sus retos y que han logrado superarlos. Y es el hecho de compartir los éxitos lo que ayuda a crear mejores resultados en todas partes. Aprovechar el éxito en las áreas en las que es evidente y eficaz, sólo ayuda a aumentar esos mismos resultados en más lugares. Cuantos más lugares podamos compartir los resultados exitosos, mejor será nuestra forma de enseñar a nuestros hijos.

Q. ¿Qué se necesita para que nuestras escuelas católicas tengan éxito a largo plazo?

A. Las escuelas católicas serán el distintivo de lo que es la mejor educación de su clase, lo que se siente y lo que se mide. Tendremos muchas personas y fundaciones dispuestas a invertir en el éxito. Eso significa poner dinero real en la formación de elementos que ayuden a crear la excelencia. Queremos que muchas más personas se unan para ayudar. Tenemos que invertir en la formación del profesorado y en la tecnología, tenemos que invertir en el plan de estudios, tenemos que invertir en el proceso y tenemos que invertir en la comunicación. Quiero que más personas vean y entiendan y aprecien el hecho de que lo que realmente estamos haciendo aquí es construir el mejor modelo educativo para las 79 escuelas católicas de grado.

Q. ¿Hay algo más que nuestras escuelas deban tener en cuenta a medida que avanzamos?

A. Tenemos que ser los mejores de la clase. Eso significa que nuestras escuelas deben ser líderes de opinión. Podemos inspirarnos en todo el mundo. Tenemos que preguntarnos: “¿Qué aspecto tiene la excelencia?” y luego “¿Cómo podemos hacerlo?”. Por ejemplo, tomemos el caso de Finlandia, que ocupa el quinto lugar en el mundo en materia de educación. ¿Qué tienen ellos que podamos adoptar o adaptar? Nuestro sistema escolar católico es el mejor porque abordamos al niño en su totalidad, todos los aspectos de la formación. Pero aún podemos aprender de otros cómo sobresalir en ciertas áreas. El CSCOE, como organización, tiene que contar con líderes de pensamiento que busquen la siguiente cosa correcta y mejor que deberíamos hacer.

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