La sakura, o flor del cerezo, es venerada en Japón por su belleza y fugacidad. Hanami es la tradición primaveral de admirar las flores, normalmente de cerezo y, con menos frecuencia, de ciruelo. La gente se reúne bajo las flores para comer, beber y cantar.
La aparición de las primeras flores de cerezo se conoce como kaika. El momento de mayor florecimiento de los árboles se conoce como mankai.
Es difícil predecir con exactitud cuándo florecerán los cerezos, por lo que la Corporación Meteorológica de Japón publica previsiones sobre la floración de los cerezos. Los pronósticos tratan de predecir cuándo los cerezos florecerán por completo. (En 2007 los meteorólogos se equivocaron y emitieron una disculpa oficial: “Hemos molestado a quienes confiaron en nuestra información”)
La época de floración varía en todo Japón: las zonas con climas invernales más suaves producen una floración más temprana. La floración suele comenzar en Okinawa, en el sur. El clima puede hacer que las flores aparezcan antes o después de la media y puede alargar o acortar el periodo de floración. La floración suele comenzar a finales de marzo, aunque en algunas zonas puede producirse ya en enero. A veces, la temporada se prolonga hasta mayo.
Este año, se prevé que Tokio alcance el pico de floración dentro de tres días, el 28 de marzo. Se prevé que la isla del norte de Japón, Hokkaido, alcance la plena floración el 6 de mayo; Kioto, el 4 de abril; y Osaka, el 13 de abril.
La gente elige los lugares para ver los cerezos en flor por diferentes razones: algunos tienen los árboles más antiguos, otros el mayor número de floraciones, y algunos están cerca de lugares históricos. El proverbio, hana yori dango -más que las flores- indica que la mayoría de la gente está más interesada en las festividades que en las propias flores.
El año pasado plantamos hileras de cerezos en el Shizuka Ryokan, y esperamos celebrar nuestro propio festival Hanami aquí algún día.