Es un tema con el que muchos padres luchan: ¿Cuándo hay que orientar la silla de auto de tu hijo hacia delante? La Academia Americana de Pediatría (AAP) ha publicado una nueva e importante política al respecto que puede servir de guía para tomar esta decisión.

Antes, la organización especificaba que los niños debían permanecer orientados hacia atrás hasta los dos años. Las nuevas directrices eliminan el hito específico de la edad y, en su lugar, establecen que los niños permanezcan en un asiento de coche orientado hacia atrás durante “el mayor tiempo posible, hasta que alcancen el mayor peso o altura permitidos por el fabricante de su asiento de seguridad”.

Por qué es importante la nueva recomendación sobre el asiento de coche

“Es una noticia fantástica”, dice Sharalyn Crossfield, instructora de técnicos en seguridad de pasajeros infantiles con sede en Ottawa. “Sabemos por las estadísticas que los niños de 0 a 2 años tienen un mayor número de lesiones, y eso se debe a que salen de la orientación hacia atrás demasiado pronto”. (Añade que los niños de entre 8 y 12 años también presentan un mayor número de lesiones debido a que abandonan sus asientos elevadores demasiado pronto.)

No hay duda de que sentar a los niños mirando hacia atrás es más seguro: las estadísticas y las pruebas de choque lo han demostrado una y otra vez. La recomendación de mantener a los niños orientados hacia atrás más allá de los dos años “se debe a la necesidad de sostener la parte posterior del torso, el cuello, la cabeza y la pelvis del niño pequeño y de distribuir las fuerzas del choque por todo el cuerpo”, dice la AAP. “Las consideraciones relativas al desarrollo, incluida la osificación vertebral incompleta, las articulaciones facetarias de la columna vertebral más orientadas horizontalmente y la excesiva laxitud ligamentosa, ponen a los niños pequeños en riesgo de sufrir lesiones en la cabeza y la médula espinal”.

¿Cómo abordan los asientos de coche orientados hacia atrás este riesgo? Principalmente, sostienen la cabeza del niño, impidiendo que la cabeza, relativamente grande, se mueva independientemente del cuello, proporcionalmente más pequeño. Dicho esto, la orientación hacia atrás también es más segura para los adultos. Crossfield, por ejemplo, siempre opta por sentarse en sentido contrario a la marcha en los trenes porque sabe que, en caso de accidente, sus piernas probablemente absorban el impacto en lugar de su columna vertebral.

Otros países ya se han dado cuenta de ello. En Suecia, por ejemplo, casi todos los niños se sientan mirando hacia atrás más allá de los dos años. “Allí todo el mundo lo hace”, dice Crossfield. “No es una ley; simplemente, todos saben que es más seguro”.

¿Por qué muchos padres se pasan a la orientación hacia delante antes de tiempo?

¿Qué hay detrás de la gran prisa de los padres norteamericanos por cambiar a la orientación hacia delante en cuanto se les permite legalmente? En Canadá, Crossfield calcula que alrededor del 50% de los padres orientan a sus hijos hacia delante incluso antes de los dos años. Pero, ¿por qué?

Para los padres canadienses, una de las razones puede ser que muchos siguen las directrices establecidas por los gobiernos provinciales y federales, así como por las organizaciones médicas, que, según Crossfield, están lamentablemente desfasadas. Por ejemplo, la postura de la Sociedad Canadiense de Pediatría (CPS) al respecto es que las sillas de auto orientadas hacia atrás deben utilizarse “hasta que los niños pesen al menos 10 kg y tengan al menos un año de edad y puedan caminar”. Del mismo modo, el sitio web de Transport Canada afirma que “los niños que han superado su asiento orientado hacia atrás y pesan al menos 10 kg (22 lb) pueden viajar orientados hacia delante en un asiento de coche para niños”. Crossfield señala que, en raros casos, esto podría significar que un bebé de cuatro meses podría ir legalmente orientado hacia delante.

Por otro lado, la misma página del CPS también señala que los sistemas de retención para bebés/niños orientados hacia atrás “pueden seguir utilizándose más allá de los 10 kg y del año de edad, de acuerdo con las instrucciones del fabricante en cuanto a las limitaciones de altura y peso” y que “se debe animar a los padres a seguir utilizando un asiento orientado hacia atrás mientras las limitaciones de altura y peso lo permitan.” El sitio web de Transport Canada se hace eco de ello: “Mantenga a su hijo sentado en sentido contrario a la marcha hasta que alcance los límites de peso o altura de la silla de auto”. Y Jen Shapka, formadora de instructores de técnicos de seguridad de pasajeros infantiles y coautora del programa nacional de formación de CPST con la Asociación de Seguridad de Pasajeros Infantiles de Canadá, señala que cada vez hay más sillas de coche disponibles en Canadá a un precio asequible con un límite de altura y peso que permite que los niños permanezcan orientados hacia atrás durante más tiempo que nunca.

Otra razón por la que los padres giran a sus hijos demasiado pronto es porque carecen de una sólida comprensión de cómo funcionan las colisiones. “Su mayor temor es que sus hijos se rompan las piernas”, dice Crossfield. Pero es posible que no se den cuenta de que la alternativa es la rotura de la columna vertebral o una lesión en la cabeza.

Los padres también giran el asiento de sus hijos antes de tiempo porque piensan que a sus hijos no les gusta mirar hacia atrás, que se marean en el coche o que es más cómodo. Estas cosas pueden ser ciertas, pero ¿alguna de ellas está por encima de la seguridad? Y la idea de que amigos o familiares pusieron a sus hijos mirando hacia delante a una edad temprana y “salieron bien” no es el argumento más sólido. Podría decirse que los niños que no están vacunados también pueden salir bien, pero aun así vacunamos a nuestros hijos porque es mejor prevenir que lamentar.

Algunos padres informan de que sus hijos gritan, lloran y vomitan cuando miran hacia atrás, y que la interrupción provoca la distracción de los padres, poniendo a toda la familia en un mayor riesgo de colisión. “Creo que en un pequeño porcentaje de casos puede ser cierto”, dice Shapka. No obstante, recomienda encarecidamente que se busquen formas de realizar cambios en el vehículo para que el niño esté más feliz y cómodo mientras sigue mirando hacia atrás. No dejes que unas cuantas sesiones de gritos tomen la decisión por ti. “Tu hijo no puede tomar decisiones de seguridad por sí mismo”, afirma.

¿Cuándo es el momento óptimo para cambiar a una silla de seguridad orientada hacia delante?

Tanto Shapka como Crossfield afirman que, en general, no hay razón para que los niños no sigan orientados hacia atrás hasta los cuatro años. Si eso parece ridículo, es porque las políticas de nuestro gobierno y el conocimiento general de la sociedad simplemente no se han puesto al día con la ciencia, dicen. El hecho es que nadie piensa que le va a ocurrir un terrible accidente de coche si nunca se ha visto envuelto en uno.

La cuestión sigue siendo turbia

Aunque está “entusiasmada” por las nuevas directrices de la AAP, Shapka también tiene algunas preocupaciones. “Al eliminar la edad específica, hace que sea más amplio para los padres”, dice. “La edad de dos años, aunque potencialmente no es tan larga como quisiéramos, era un hito fácil de vigilar. Me preocupa que quitar el número confunda a la gente”. En otras palabras, aunque el objetivo de la AAP es mantener a los niños en los asientos orientados hacia atrás más allá de los dos años, a ella le preocupa que esto pueda dar lugar a que los niños se den la vuelta antes que nunca. La responsabilidad de los padres es mantenerse al día e informados con los temas relacionados con la seguridad de sus hijos.

Este ‘genial’ truco de las sillas de coche puede, en realidad, poner a tu hijo en mayor riesgo
Revisiones de las sillas de coche canadienses (2018)