La Vara de la Corrección

La Vara de la Corrección.

Proverbios 22:15 (NLT) “El corazón de un joven está lleno de necedad, pero la disciplina física lo alejará.”

Hay acciones de la providencia que te llenan de consternación. No sólo tienes problemas por dentro, sino también, por extraño que parezca, problemas por fuera. En parte surge de los amigos que dicen que estás loco por creer en Cristo; ojalá que a ellos les picara la misma locura. También surge de circunstancias sobre las que no tienes control. No es raro que Dios haga naufragar la embarcación en la que navega su pueblo, aunque cumpla su promesa de que no perecerá ni un pelo de su cabeza. No te sorprendas si Él hace que dos mares se encuentren alrededor de tu barco, que no queden más que algunas tablas y pedazos rotos de la nave. Si tienes fe en Cristo, Él te llevará a salvo a la orilla.

No es nada raro que el Señor añada los azotes externos de la aflicción a los azotes internos de la conciencia. Esta doble flagelación está destinada a los corazones orgullosos y obstinados, para que sean llevados humildemente a los pies de Jesús. Porque en nosotros puede decirse, como Salomón dijo del niño, “La necedad está encerrada en el corazón del niño; la vara de la corrección la alejará de él” (Prov. 22:15). Dios está sacando la insensatez de ti con el aguijón de su vara.

“Los golpes que hieren limpian el mal, como los que desnudan lo más profundo del corazón” (Prov. 20:30). El Señor está haciendo que tus heridas sean negras y azules. No me extrañaría que dejara que se infectaran hasta que digas con Isaías: “Desde la planta del pie hasta la cabeza, no hay en ella nada sano, sino heridas y magulladuras y llagas putrefactas; no han sido cerradas ni vendadas, ni calmadas con ungüento” (Is. 1:6). Es entonces cuando la misericordia eterna se aprovechará de tu extrema angustia y te acercará a Cristo.

– Charles Spurgeon

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