Un hombre de 44 años con sobrepeso leve acudió a urgencias quejándose de dolor abdominal superior persistente durante cuatro días, con proyección en forma de banda alrededor de los flancos y hacia la espalda. Negaba tener cólicos pero se quejaba de náuseas, sed y debilidad generalizada. El abdomen parecía distendido y era difusamente sensible. La pared abdominal estaba tensa y elástica (“vientre de goma”), y los ruidos abdominales estaban ausentes. El aspecto de la zona periumbilical se muestra en la fotografía; esto se llama signo de Cullen y es indicativo de pancreatitis grave. Se debe a un edema periumbilical con hemorragia y surge entre 24 y 48 horas después del inicio de la pancreatitis. El signo de Cullen es muy raro, incluso en pancreatitis necrotizante muy grave, al igual que el signo de Grey Turner (hemorragia en la pared abdominal lateral). Aparentemente surge por la propagación de la inflamación a lo largo del ligamento falciforme y del ligamento redondo del hígado y se considera de pronóstico desfavorable. En este caso, las pruebas de laboratorio y los estudios de imagen (ecografía como estudio inicial, y luego TC abdominal en el curso posterior) confirmaron el diagnóstico de pancreatitis necrotizante. Desde el punto de vista clínico, la paciente desarrolló un íleo paralítico y un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) con fallo multiorgánico agudo (riñones, pulmones), que requirió varios días de tratamiento en la unidad de cuidados intensivos.
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