La lectura de definiciones técnicas puede hacer que la cabeza le dé vueltas, especialmente si está buscando respuestas ahora, y no después de haber localizado el diccionario y acostado al bebé para la siesta. Así que para aclarar los términos y salvar su cordura, vamos a ver cada parte de la definición juntos.
La dislexia es una discapacidad de aprendizaje específica que es de origen neurológico.
En términos comunes, un problema específico de aprendizaje (a menudo abreviado como SLD) es un problema grave de aprendizaje causado por un trastorno en los procesos cognitivos (cerebro). Como probablemente sospechaba, la dislexia es un trastorno neurológico. No es el resultado de una instrucción inadecuada, de una desventaja ambiental o económica, de la pereza del estudiante o de otras discapacidades.
De hecho, los investigadores realizaron escáneres cerebrales a cientos de voluntarios y, como resultado, identificaron las partes específicas del cerebro que están implicadas en la dislexia. Los escáneres muestran que partes muy específicas del cerebro de un disléxico simplemente no funcionan correctamente. La doctora Sally Shaywitz ha escrito mucho sobre las bases neurológicas de la dislexia, por lo que si está interesado en obtener más información sobre el tema, le recomendamos que se haga con un ejemplar de su libro Superar la dislexia.
La dislexia se caracteriza por las dificultades para reconocer las palabras con precisión y/o fluidez y por la escasa capacidad de deletreo y decodificación.
Sin pistas contextuales que les ayuden, los disléxicos tienen dificultades para leer las palabras de forma aislada. Cuando se enfrentan a frases y párrafos, su lectura suele ser muy entrecortada, en lugar de fluida. Pueden confiar en técnicas de descodificación (lectura) defectuosas, como la forma de las palabras o las letras iniciales y finales. Y la ortografía es aún más difícil para los disléxicos que la lectura. Estas dificultades suelen ser el resultado de un déficit en el componente fonológico del lenguaje que suele ser inesperado en relación con otras capacidades cognitivas y con la impartición de una enseñanza eficaz en el aula. En otras palabras, las personas con dislexia son perfectamente inteligentes en otros aspectos. Usted ya lo sabía. Sus hijos pueden ser capaces de construir el mundo LEGO® más complejo, o repetir todo lo que pasó en la película que vieron ayer, o pintar un cuadro del amanecer tan realista que dan ganas de llorar.
La inteligencia no es el problema. La lectura y la escritura lo son.
Los métodos de enseñanza que funcionan para los amigos y primos de los alumnos disléxicos no funcionan para ellos. Si se pone a los alumnos disléxicos en la misma clase que sus compañeros, éstos aprenderán a leer y a escribir con fluidez, pero los alumnos disléxicos no. Por lo tanto, no es que no hayan tenido la oportunidad de leer y deletrear, sino que no pueden aprender con las técnicas típicas de enseñanza en el aula.
Las consecuencias secundarias pueden incluir problemas de comprensión lectora y una menor experiencia lectora que puede impedir el crecimiento del vocabulario y los conocimientos previos.
Esta parte de la definición es una obviedad. Dado que la persona disléxica no puede leer con facilidad, le resulta difícil la comprensión lectora y no lee tanto como la persona media. La falta de lectura puede dar lugar a la falta de vocabulario y otros conocimientos que suelen adquirirse a través de la lectura.