GENU VARUM (PIERNAS DE ARCO)
Por: Robert H. Sheinberg, D.P.M., D.A.B.F.A.S., F.A.C.F.A.S.
La apariencia de piernas arqueadas de la rodilla se ve al nacer y comienza a disminuir hasta los dos años de edad. Forma parte del desenvolvimiento fisiológico normal que se produce en la parte inferior de la pierna. Puede asociarse a la torsión interna de la tibia, creando una marcha en punta.
¿Cómo se evalúa?
Es necesaria una evaluación completa de las extremidades inferiores, evaluando también cualquier deformidad coexistente. El análisis de la marcha también es importante para descartar un empuje en varo de la rodilla. La evaluación de la rodilla en un niño con genu varum se realiza fácilmente midiendo la diferencia entre los aspectos internos de la rodilla cuando los pies se tocan. La distancia intercondilar (el espacio entre las rodillas) al nacer es de aproximadamente 5-6 cm. A los seis meses la diferencia suele ser de 2,5 cm. Se aproxima a 0 cm justo después del año de edad. En algunos casos también se pueden tomar radiografías para evaluar el ángulo que forma la perpendicular del eje inferior del hueso de la pierna (diáfisis tibial) con respecto a una línea que pasa por la metáfisis de los huesos de la parte superior de la pierna (región del cartílago de crecimiento), “ángulo metafísico-diafísico”. Esto ayuda a evaluar el grado de deformidad que puede estar presente en la rodilla (zona de la tibia proximal). Esto puede ayudar a diferenciar lo que es una pierna arqueada fisiológica normal de otras deformidades que podrían ser problemáticas.
Como padre, ¿cuándo debo preocuparme por mi hijo?
Se recomienda la evaluación del genu varum si el niño ha tenido alguna lesión. También es necesario evaluarlo si una pierna parece ser dramáticamente diferente a la otra. Si la afección empeora o se observa entre los tres y los cuatro años y no parece resolverse, también es necesaria la evaluación. Los niños con una estatura muy baja que además tienen sobrepeso necesitan radiografías para descartar cualquier anomalía ósea en la zona de la rodilla. Se toman radiografías y se miden los ángulos para descartar la posibilidad de condiciones patológicas. La vara tibial patológica también puede estar asociada a un niño que empezó a caminar pronto y está en el percentil superior de peso para su grupo de edad. También son necesarias para descartar lesiones o infecciones que podrían haber tenido lugar en el cartílago de crecimiento a una edad más temprana.
¿Cuáles son las causas más comunes?
El arqueamiento fisiológico es la causa más común del genu varum. Deben descartarse otras causas como la de Blount (vara tibial), la enfermedad ósea metabólica (raquitismo hipofosfatémico) y la displasia esquelética. También pueden descartarse otras afecciones más raras como la condrodisplasia metafísica, la fibrocartilaginosa focal y la osteogénesis imperfecta. (Suele afectar al hueso de la parte superior e inferior de la pierna).
¿Y si la deformidad empeora?
Si la deformidad no se resuelve o empeora, el niño puede tener una tibia vara patológica (enfermedad de Blount). Se trata de un trastorno del crecimiento de la parte superior interna del cartílago de crecimiento del hueso de la pierna. Este cartílago de crecimiento puede estar inclinado de forma irregular y girado hacia dentro. Puede observarse en niños de entre 2 y 4 años y suele presentarse de forma bilateral (ambos lados). A menudo se asocia a una torsión interna de la tibia. La mayoría de la deformidad se origina en la tibia proximal, donde el cartílago de crecimiento puede ser anormal.
La causa más probable es un traumatismo repetitivo en la cara interna de la porción superior de la parte inferior de la pierna (tibia) por caminar sobre una rodilla con una alineación arqueada anormal. Puede asociarse a niños que caminan pronto y están en el percentil superior de peso para su grupo de edad.
Se toman radiografías de toda la extremidad inferior. Se mide el ángulo metafisario-diafisario. Esto representa el grado de deformidad que está presente en la parte superior interna del hueso de la pierna (tibia). Pueden observarse cambios indicativos de alteraciones del cartílago de crecimiento. Cuando las radiografías se realizan de forma temprana, permiten una evaluación precisa de la deformidad y una valoración de su progresión.
El tratamiento puede incluir una férula para la pierna larga con soporte de peso. La cirugía puede estar indicada si no hay corrección antes de los 4 años. Si el cierre del cartílago de crecimiento se produce a una edad temprana, el pronóstico de la deformidad es malo. Si la cirugía se retrasa hasta después de los 4 años, hay un alto índice de recurrencia de la deformidad de las piernas arqueadas. La cirugía suele realizarse en la parte superior del hueso de la pierna para colocarlo en la posición adecuada. Si la cirugía se retrasa y se ha producido una detención fisiológica (cierre del cartílago de crecimiento), pueden ser necesarios procedimientos quirúrgicos más complejos.