Tití común

Organización socialEditar

El tití común vive en familias extensas y estables en las que sólo unos pocos miembros pueden reproducirse. Un grupo de titíes puede contener hasta 15 miembros, pero un número más típico es de nueve. Una familia de titíes suele estar formada por 1 ó 2 hembras reproductoras, un macho reproductor, sus crías y sus parientes adultos, ya sean sus padres o hermanos. Las hembras de un grupo suelen estar muy emparentadas y los machos menos. Los machos no se aparean con las hembras reproductoras con las que están emparentados. Los titíes pueden abandonar sus grupos natales cuando se hacen adultos, a diferencia de otras especies de primates que lo hacen en la adolescencia. No se sabe mucho sobre las razones por las que los titíes abandonan sus grupos natales. Los grupos familiares se dividen en nuevos grupos cuando muere un macho reproductor. Dentro de los grupos familiares, los individuos reproductores tienden a ser más dominantes. El macho y la hembra reproductores tienden a compartir la dominancia. Sin embargo, entre dos hembras reproductoras, una es más dominante. Además, la hembra subordinada suele ser hija de la dominante. Para los demás miembros, el rango social se basa en la edad. La dominación se mantiene a través de varios comportamientos, posturas y vocalizaciones y los subordinados acicalarán a sus superiores.

Dos titíes

Reproducción y crianzaEditar

Los titíes comunes tienen un complejo sistema de apareamiento. Se pensaba que eran monógamos, sin embargo también se ha observado tanto poligamia como poliandria. No obstante, la mayoría de los apareamientos son monógamos. Incluso en grupos con dos hembras reproductoras, la hembra subordinada suele aparearse con machos de otros grupos. Las hembras subordinadas no suelen dar a luz a crías aptas. No obstante, el apareamiento con machos de otros grupos puede permitir a la hembra encontrar posibles parejas en el futuro. Las hembras que se aparean con éxito pero pierden a sus crías se trasladan a otros grupos y pueden ganar posiciones de cría dominantes.

Los individuos reproductores de un grupo necesitan que los demás miembros les ayuden a criar a sus crías. Así, la pareja suprimirá conductual y fisiológicamente la reproducción de los otros miembros del grupo. Dado que estos individuos suprimidos están probablemente emparentados con la pareja reproductora, tienen un incentivo para cuidar de las crías ya que comparten genes con ellos. Además, la presencia de un macho emparentado afecta a la ovulación de la hembra. Los estudios de laboratorio han demostrado que la ovulación de las hembras no se produce cuando sus padres están cerca, pero sí cuando hay un macho no emparentado. También mostrarán un comportamiento agresivo hacia sus madres, posiblemente para desplazarlas.

Cuando las condiciones son adecuadas para que se reproduzcan, las hembras adultas se reproducen regularmente durante el resto de su vida. Las hembras mueven la lengua hacia los machos para solicitar el apareamiento. El periodo de gestación dura cinco meses, y las hembras están listas para criar de nuevo unos diez días después del parto. Hay cinco meses entre cada parto y dan a luz dos veces al año. Los titíes suelen dar a luz a dos gemelos no idénticos. Por ello, las hembras sufren estrés durante el embarazo y la lactancia, y necesitan la ayuda de los demás miembros de la familia. Los titíes bebés se aferran instintivamente a la espalda de su madre y no la sueltan voluntariamente durante las dos primeras semanas. Después, se vuelven muy activos y exploran su entorno. El macho reproductor (probablemente el padre) empezará a ocuparse de los gemelos, y todos los miembros de la familia se ocuparán de ellos. En las semanas siguientes, las crías pasan menos tiempo sobre la espalda de su madre y más tiempo moviéndose y jugando. Las crías se destetan a los tres meses. A los cinco meses entran en su etapa juvenil. En este momento, tienen más interacciones con otros miembros de la familia además de sus padres, y hay juegos bruscos para establecer su futuro estatus. Pueden nacer otras crías y las anteriores las llevarán y jugarán con ellas. Los titíes se convierten en subadultos entre los nueve y los 14 meses, actúan como adultos y pasan por la pubertad. A los 15 meses, alcanzan el tamaño adulto y son sexualmente maduros, pero no pueden criar hasta que sean dominantes.

  • Madre y cría en el Forte da Ponta da Vigia, Brasil

ComunicaciónEdit

Tití común en el Zoo de Hannover, Alemania

El tití común emplea una serie de comunicaciones vocales y visuales. Para señalar alarma, agresión y sumisión, los titíes utilizan la “mirada con la boca parcialmente abierta”, el “ceño fruncido” y la “mirada rasgada”, respectivamente. Para mostrar miedo o sumisión, el tití aplana sus orejas cerca de la cabeza. El tití tiene dos llamadas de alarma: una serie de llamadas repetidas que se hacen más altas con cada llamada, conocidas como “staccatos”; y unas llamadas cortas que se dan de forma intermitente o repetida. Se denominan “tsiks”. Las llamadas de alarma del tití suelen ser cortas y agudas. Los titíes vigilan y localizan a los miembros del grupo con llamadas genéricas de tono bajo similares a las vibraciones, llamadas “trinos”. Los titíes también emplean “phees”, que son llamadas genéricas similares a silbidos. Sirven para atraer a las parejas, mantener los grupos unidos, defender los territorios y localizar a los miembros perdidos del grupo. Los titíes utilizan las glándulas odoríferas del pecho y de las regiones anogenitales para marcar objetos. Su objetivo es comunicar su estatus social y reproductivo.

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