Baja autoestima

Definiendo la autoestima

Cuando alguien se siente bien consigo mismo y con lo que es, se dice que tiene una buena autoestima. Tener una autoestima sana es esencial para vivir bien y ser un miembro productivo de la sociedad. La baja autoestima no sólo afecta al mundo interno del individuo, sino también a sus acciones externas, limitando sus ambiciones y elecciones en la vida. Según la definición de la “Jerarquía de necesidades” de Maslow, la autoestima es tan esencial para vivir una buena vida como tener una buena nutrición, un entorno seguro e incluso el amor.

La autoestima de cualquier persona puede fluctuar a lo largo de la vida. Sin embargo, lo ideal es que no haya un cambio demasiado dramático de un día a otro. Tener un monólogo interno saludable es esencial para mantener el equilibrio con la autoestima. Al fin y al cabo, una autoestima demasiado elevada puede ser tan perjudicial como una baja autoestima y puede sugerir la presencia de trastornos mentales como el trastorno narcisista de la personalidad.

Autoestima frente a autoimagen

Puede ser difícil entender las distinciones entre autoestima y autoimagen. Están interrelacionadas, pero son diferentes. Aprender las diferencias entre estos dos puede ayudar a los individuos a entender la autoestima y desarrollar una autoestima saludable.

En resumen, la autoestima es la forma en que alguien interpreta su autoimagen. La autoimagen incluye cómo un individuo se percibe a sí mismo, pero también incluye cómo la perciben los demás. Como ejemplo, una persona podría narrar su autoimagen como “Soy un miembro amable y constructivo de mi círculo social”. Esto también podría traducirse en “Ser un miembro amable y constructivo de mi círculo social significa que les gusto a mis amigos”. Como resultado de esta autoimagen positiva, este individuo podría decir entonces “Estoy contento con quien soy”.

A menudo, la baja autoestima comienza con una autoimagen negativa o defectuosa.

Reconocer la autoimagen negativa y la baja autoestima

Reconocer cómo funciona la baja autoestima o la autoimagen negativa dentro de nosotros mismos es a menudo difícil. La ideación negativa puede ser habitual y, por tanto, “normal” a los ojos de un individuo. La autoevaluación es la clave para valorar cómo se es y mantener una autoestima equilibrada.

No todas las personas con baja autoestima son tímidas o sin pretensiones. A menudo, los que tienen una imagen negativa de sí mismos sobrecompensan con una confianza exagerada. Algunos pueden incluso insultar o burlarse de los demás.

Algunos pacientes desarrollan enfermedades mentales como resultado de la baja autoestima, incluyendo la depresión y la ansiedad social. Los que padecen trastornos alimentarios, además, tienen una imagen distorsionada de sí mismos.

Los signos de cualquiera de los dos escenarios pueden incluir:

  • Dudas sobre sí mismo
  • Vergüenza
  • Pensamientos negativos o pesimismo
  • Rechazo a aceptar la responsabilidad
  • Fijación o mantenimiento defectuoso de los límites
  • .

  • Alejamiento social
  • Empujar a los demás
  • Demostrar aversión a los cumplidos

Los síntomas físicos asociados a estas condiciones incluyen.

  • Problemas estomacales sin causa externa
  • Dolores de cabeza
  • Dolor de espalda
  • Insomnio
  • Cansancio

Las causas de la baja autoestima

La baja autoestima puede provenir de un acontecimiento vital desencadenante o de la confluencia de múltiples desencadenantes. También puede provenir de las características naturales de un individuo o de todo lo anterior.

Los pacientes pueden descubrir las raíces de su baja autoestima en un entorno terapéutico trabajando con un profesional de la salud mental. Identificar estas raíces es la mejor manera de avanzar hacia una imagen de sí mismo y una autoestima saludables.

Las causas de la baja autoestima pueden incluir:

  • Desaprobación de las figuras de autoridad o de los padres
  • Padres emocionalmente distantes
  • Abuso sexual, físico, o emocional
  • Divorcio contencioso entre los padres
  • Acoso sin protección de los padres
  • Dificultades académicas
  • Culpa asociada a la religión
  • Estándares sociales de belleza
  • Fijación de objetivos poco realistas

Construcción de una autoimagen positivaImagen

Hay una serie de estrategias que los individuos pueden emplear para desarrollar una imagen positiva de sí mismos y, como resultado, una autoestima saludable:

Neutralizar nuestros pensamientos

Cualquier pensamiento pasa por nuestro cerebro a lo largo del día. Son arbitrarios y no necesariamente ciertos. Lo que tienden a hacer muchos individuos con una pobre autoimagen o autoestima es creerse todos y cada uno de los pensamientos que pasan por su cabeza. Una técnica útil puede ser identificar los pensamientos como “sólo pensamientos” y permitir que fluyan por la mente y se alejen. Dar poder y credibilidad a los pensamientos aleatorios puede ser destructivo.

Hacer girar los pensamientos negativos

Otra técnica fiable es hacer girar los pensamientos negativos para convertirlos en buenos:

  • “Estoy gorda” se convierte en “Tengo bonitas curvas”
  • “No merezco amor” se convierte en “Mis seres queridos me valoran”
  • “Soy una mala persona” se convierte en “Estoy dando lo mejor de mí”

Eliminar la comparación

Muchas personas se comparan con otras constantemente, especialmente desde la llegada de las redes sociales. Los individuos necesitan recordar que otros pueden estar poniendo una mejor cara y pueden estar ocultando sus luchas. Comparar tu vida con la de otra persona es imposible y destructivo. Al involucrar a un profesional en un entorno terapéutico, aquellos con baja autoestima pueden aprender las herramientas que necesitan para detener estos patrones destructivos.

Terapia de autoestima

Trabajar en un entorno terapéutico con un terapeuta o consejero puede ayudar a aquellos que sufren de baja autoestima. Aprovechando la psicoterapia o el psicoanálisis, el paciente y el profesional pueden descubrir las fuentes de los problemas de autoestima del paciente y comenzar el proceso de curación.

Las opciones terapéuticas incluyen la terapia cognitivo-conductual para la creación de herramientas y dar a los pacientes “tareas” para trabajar en casa a través de un diario.

Confiar en un terapeuta

Como muchas de las personas que sufren de baja autoestima tienen una narrativa interna defectuosa, aprender a confiar en un terapeuta y abrirse a esa persona puede ayudar al paciente a replantear ese pensamiento negativo. La objetividad, la aceptación y la neutralidad del terapeuta proporcionan un espacio seguro en el que el paciente puede aprender que los demás le aceptan. De este modo, el trabajo terapéutico sirve como una especie de terapia de exposición similar al enfoque utilizado con pacientes con trastornos como la agorafobia.

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