La osteólisis se define como el proceso de destrucción progresiva del tejido óseo periprotésico, caracterizado en radiografías seriadas como líneas radiolúcidas progresivas y/o cavitación en la interfaz implante-hueso o cemento-hueso. Sin el tratamiento adecuado, la osteólisis puede progresar hasta el aflojamiento aséptico y el fracaso catastrófico del implante. La osteólisis es un proceso multifactorial derivado de factores del huésped, la prótesis y la cirugía. En las interfaces de los materiales se generan miles de millones de partículas de desgaste submicrónicas que provocan la osteólisis. Las partículas de desgaste se dispersan a lo largo del espacio articular efectivo, en el hueso y en los tejidos blandos adyacentes. Inicialmente, los pacientes pueden no presentar síntomas clínicos a pesar de la evidencia radiográfica de osteólisis y pueden permanecer completamente asintomáticos, incluso en presencia de una pérdida ósea sustancial. Los síntomas no suelen aparecer hasta que la pérdida ósea ha llegado al punto de provocar el aflojamiento del implante, su fracaso (fractura) o la fractura periprotésica. Las imágenes radiográficas y el examen estándar proporcionan información limitada y casi siempre subestiman la cantidad de pérdida ósea. La tomografía computarizada tridimensional es más sensible y puede monitorizar el volumen de la lesión; sin embargo, la contrapartida es su elevado coste y la exposición a la radiación. El momento de tratar la osteólisis periprotésica es controvertido y la toma de decisiones médicas es discutible. El tratamiento médico parece ser atractivo, pero no existe ningún tratamiento farmacológico probado o aprobado para prevenir o inhibir la osteólisis periprotésica. Revisamos las opciones médicas y quirúrgicas disponibles para el tratamiento de la osteólisis periprotésica.
Maternidad y todo
Blog para todos